Desde generar energía renovable con tan solo caminar hasta capturar el agua del aire, en este artículo presentamos algunas de las tecnologías que podrían dar a la naturaleza el impulso necesario para regenerar su equilibrio.
No hay mejor maestra que la naturaleza: su matemática sencillez, sus ciclos, sus conexiones en perfecto equilibrio, su eficiencia… La sensibilidad social parece demostrar que cada vez somos más conscientes de sus enseñanzas, aunque en lo que respecta a problemas como el cambio climático, la contaminación o la crisis de biodiversidad, la urgencia por actuar no siempre nos permite adaptarnos a sus tiempos. Es más, ha llegado un momento en que hemos empezado a buscar alternativas in extremis, porque el daño que hemos causado al medio ambiente no permite dilatarse más en el tiempo: urge responder a la crisis medioambiental para preservar el mundo que tenemos (y queremos).
Son muchos los procesos y ámbitos en los que se precisan nuevas fórmulas sostenibles –por no decir en todos–, por lo que las soluciones de ingeniería ambiental se vuelven esenciales en el camino hacia un planeta en equilibrio. Y es que la creatividad humana, el conocimiento transversal y la tecnología pueden combinarse con la sabiduría de los ecosistemas para avanzar hacia futuros mejores. Y eso es, precisamente, lo que persigue esta variante de la ingeniería: tiene en cuenta las aportaciones de campos como la química, la biología, la sociología, la economía o la física y las aúna para plantear soluciones centradas en la prevención y el control de problemas relacionados con el medio ambiente. Se trata de incorporar una mirada holística a un problema que también lo es.
Encontrar soluciones a los problemas medioambientales se ha vuelto imprescindible y, en este camino, la imaginación y creatividad se alzan como las mejores y más necesarias aliadas. Las propuestas van desde la generación de energía de formas insospechadas (pero cada vez más asentadas) como la energía undimotriz –aprovecha la fuerza de las olas del mar para generar electricidad– hasta propuestas revolucionarias todavía incipientes, como la utilización de la bioluminiscencia para iluminar las ciudades. Aquí recogemos algunas de las iniciativas más revolucionarias que ya están logrando, aunque sea a pequeña escala, hacerse un hueco en el fascinante mundo de la ingeniería ambiental.
La ingeniería ambiental propone una mirada holística ante la crisis climática
Podemos crear objetos y usos útiles partiendo de materiales cercanos o reciclados
Como vemos, siempre existen nuevos caminos hacia el cuidado del medio ambiente a través de las infinitas posibilidades de la ingeniería ambiental. Por eso, proponemos algunos experimentos o ideas para hacer en clase o en casa y que el alumnado se anime a imaginar soluciones creativas a problemas ambientales:
Nada mejor que aprovechar elementos cercanos y darles un nuevo uso para comprobar que se pueden encontrar nuevas vías y aplicaciones a elementos que tenemos alrededor. El medio ambiente (y nuestra curiosidad innata) siempre lo agradecerá.
Texto: Esmeralda R. Vaquero
Ilustración: Nicolás Aznárez