¿Qué es el desarrollo sostenible?

Sostenibilidad

Imagínate que tienes un pastel gigante, pero no puedes comértelo todo tú solo porque hay más gente que también quiere un trozo. Y además, en el futuro habrá más personas que también querrán pastel. El desarrollo sostenible es la forma de repartirlo de manera justa, sin agotarlo, para que todos podamos disfrutarlo hoy y mañana.

El desarrollo sostenible significa crecer y mejorar nuestras vidas sin dañar el planeta ni dejar sin recursos a las futuras generaciones. Para lograrlo, es importante pensar en tres aspectos clave: cuidar el medio ambiente, hacer que la economía funcione sin dañar la naturaleza y asegurarnos de que todas las personas tengan una buena calidad de vida.

Definición y origen del desarrollo sostenible

El concepto de desarrollo sostenible no es nuevo, aunque en las últimas décadas ha cobrado especial relevancia debido a la creciente preocupación por el medio ambiente y la desigualdad social. A medida que el mundo ha ido creciendo en población y desarrollo, también hemos enfrentado problemas como la contaminación, la pérdida de recursos naturales y la pobreza. Para encontrar un equilibrio entre el progreso y la conservación del planeta, se ha trabajado en definir qué significa realmente un desarrollo que sea beneficioso para todos.

El informe Brundtland y la primera definición

En 1987, un grupo de expertos dirigido por la noruega Gro Harlem Brundtland creó un informe llamado Nuestro Futuro Común. En él, se dio la primera definición oficial del desarrollo sostenible: «Satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las necesidades del futuro». Antes de que esto se hablara abiertamente, muchas veces la gente tomaba decisiones sin pensar en las consecuencias. Se talaban demasiados árboles, se contaminaban los ríos y se gastaban los recursos sin pensar en el mañana. Gracias a este informe, los gobiernos y empresas empezaron a buscar maneras más responsables de hacer las cosas.

Evolución del concepto a lo largo del tiempo

Al principio, el desarrollo sostenible estaba muy enfocado en la protección del medio ambiente, aunque con el tiempo las personas entendieron que también era necesario pensar en la gente: no podemos tener un planeta limpio si hay pobreza extrema o grandes desigualdades.

Por eso, hoy en día, el desarrollo sostenible también incluye la lucha por los derechos humanos, la justicia social y una economía más equitativa. Por ejemplo, ahora se habla de la «economía circular» y existen nuevas tecnologías que ayudan a reducir el impacto ambiental, como las energías renovables, los coches eléctricos y los productos biodegradables.

El desarrollo sostenible incluye el cuidado del medio ambiente, la lucha por los derechos humanos, la justicia social y una economía más equitativa.

Los tres pilares del desarrollo sostenible

Después de años de evolución del concepto, en la actualidad el desarrollo sostenible se sustenta en tres pilares principales, que deben estar equilibrados para garantizar un futuro viable para todos.

Sostenibilidad ambiental: Cuidar nuestra casa

El planeta es nuestro hogar, y cuidarlo es esencial. Esto significa entender que la naturaleza no es una fuente infinita de recursos y que debemos velar por protegerla y usar lo que nos ofrece de manera racional.

Sostenibilidad económica: Un crecimiento que dure en el tiempo

En esta línea, debemos encontrar la manera de que las personas y los países puedan generar beneficios sin poner en riesgo al planeta. Y ahí es donde entra la sostenibilidad económica. Un ejemplo de esta iniciativa sería el fomento de negocios que reciclen materiales o que usen energías limpias.

Sostenibilidad social: Un mundo justo para todos

Por último, no basta con cuidar el medio ambiente y la economía si las personas no cuentan con una buena calidad de vida. Esto significa que todos deberían tener acceso a educación, salud y trabajo digno, sin importar su origen o género.

Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

La necesidad de materializar estos tres pilares se puso de manifiesto en 2015, cuando los países que forman parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se reunieron en la Cumbre del Desarrollo Sostenible para ampliar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y alcanzar los objetivos que no se cumplieron.

¿Qué son los ODS?

Los ODS son un conjunto de metas globales que buscan lograr un mundo más justo, próspero y saludable. No solo los gobiernos y las grandes empresas pueden ayudar a cumplirlos, también los colegios, las familias y las personas pueden aportar su granito de arena.

Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU

Los ODS abarcan una amplia variedad de temas fundamentales. Se enfocan en erradicar la pobreza y el hambre, garantizar el acceso a salud y educación de calidad, y promover la igualdad de género. También buscan proteger el medio ambiente mediante el uso responsable de los recursos naturales, la lucha contra el cambio climático y la conservación de la vida en la tierra y en los océanos. Además, impulsan el crecimiento económico sostenible, fomentando el trabajo digno y la producción responsable. Están conectados entre sí, ya que mejorar un aspecto de la sociedad también ayuda a avanzar en los demás.

Para conocer los ODS en el aula, un gran recurso es Juegos ODS, con el que los alumnos aprenderán sobre cada uno con divertidas pruebas y desafíos para descubrir cómo pequeñas acciones pueden marcar una gran diferencia en los diferentes ámbitos.

La Agenda 2030 y su impacto global

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible fueron aprobados como parte de la Agenda 2030, un plan diseñado para lograrlos en un plazo de 15 años. El impacto de este programa es inmenso: mejora en la salud de millones de personas, aumento en la esperanza de vida, reducción de la mortalidad materna e infantil, aumento del acceso al agua limpia y el saneamiento.

Aunque, las medidas para lograr los ODS no avanzan a la velocidad ni en la escala necesarias, sí que ha habido grandes progresos en diferentes lugares del mundo.

Desarrollo sostenible en la economía y las empresas

Con la creación de la Agenda 2030, las empresas han comenzado a integrar en sus estrategias políticas centradas en el desarrollo sostenible, al darse cuenta de que tienen el poder de hacer cambios grandes que beneficien al planeta y a las personas. 

El papel del sector privado en la sostenibilidad

La manera de implementarlos es mediante la adopción de prácticas responsables. Esto significa, por ejemplo:

  • Minimizar la generación de residuos y la contaminación mediante el reciclaje y un uso consciente de los recursos, cuidando el agua, el aire y el suelo. 
  • Optimizar el consumo energético, priorizando fuentes renovables como la solar o la eólica. 
  • Garantizar condiciones laborales dignas, con salarios justos, igualdad de oportunidades y entornos seguros. 
  • Adquirir un compromiso activo con la comunidad, apoyando iniciativas sociales, respaldando a colectivos vulnerables y colaborando con causas medioambientales.

Cuando una empresa decide ser sostenible, no solo contribuye al cuidado del planeta, sino que también fortalece su reputación y atrae a más clientes.
En este contexto surge la certificación Benefit Corporation (o B Corp) que se otorga a aquellas compañías que cumplen con altos estándares de desempeño social, ambiental, transparencia y responsabilidad legal. Se trata de empresas que apuestan no solo por maximizar sus beneficios, sino que también generan un impacto positivo en sus empleados, clientes, comunidades y el medio ambiente.

Economía circular y consumo responsable

Entre las iniciativas que las empresas están llevando a cabo se encuentra la economía circular. Normalmente, las fábricas producen objetos que usamos y, cuando se rompen o dejan de servir, los tiramos. Esto genera mucha basura y desperdicia materiales. Este enfoque propone una forma diferente de hacer las cosas: en vez de fabricar, usar y tirar, busca reparar, reutilizar y reciclar. Por ejemplo:

  • Diseñar productos teniendo en cuenta todo su ciclo de vida. 
  • Preparar residuos para su reutilización mediante limpieza, reparación o reacondicionamiento.
  • Implementar procesos de producción que reduzcan el consumo de energía y agua.

En clase se puede aprender sobre la segunda vida de los objetos buscando nuevos usos para materiales reciclados. Divididos en grupos, los alumnos llevarán a clase botellas de plástico vacías, rollos de cartón y tapas. La tarea es transformar estos objetos en algo nuevo y útil, como un juguete, un lapicero o una maceta. Al final, cada grupo presentará su creación y explicará cómo contribuye a reducir la basura. 

Además de la economía circular, es importante que todos practiquemos el consumo responsable. Esto significa comprar solo lo que realmente necesitamos y elegir productos que sean amigables con el medio ambiente. Algunas formas de hacerlo son:

  • Evitar productos con muchos embalajes. 
  • Comprar en empresas que respeten el medio ambiente y a sus trabajadores. 
  • Elegir productos duraderos en lugar de cosas que se rompen rápido.

Ejemplos de desarrollo sostenible en España y el mundo

El desarrollo sostenible no es solo una idea, es algo que ya se está poniendo en práctica en muchos lugares.

En España, hay muchas iniciativas que buscan un futuro más sostenible. Uno de los mayores avances es el uso de energías renovables, como la energía solar y la energía eólica. Cada vez hay más casas, empresas y ciudades que usan estas fuentes limpias en lugar de combustibles contaminantes como el petróleo.

Otro gran ejemplo es la movilidad sostenible, es decir, formas de transporte que cuidan el medio ambiente. En ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia, se han creado carriles bici y sistemas de alquiler de bicicletas para que más personas puedan moverse sin usar coches. Además, los autobuses eléctricos y el metro ayudan a reducir la contaminación del aire.

En algunas regiones, también se han creado ciudades más verdes, con más parques y zonas peatonales para mejorar la calidad de vida de las personas.

Otros países también han tomado medidas importantes. Por ejemplo, Suecia y Dinamarca son líderes en el uso de energía limpia, como la eólica y la solar. 
Costa Rica ha establecido medidas para proteger sus bosques y ha creado reservas naturales para el cuidado de animales y plantas.

En Japón, se han desarrollado tecnologías para hacer que las ciudades sean más sostenibles. Por ejemplo, algunos edificios tienen jardines en sus tejados para absorber el CO₂ y ayudar a refrescar el ambiente.

Diferencia entre sostenibilidad y sustentabilidad

Hablar de desarrollo sostenible nos lleva inevitablemente a pensar en la palabra «sostenibilidad». Pero, ¿es lo mismo que «sustentabilidad»? Aunque se parecen entre sí, tienen diferencias sutiles.

La sostenibilidad se refiere a encontrar un equilibrio entre el medio ambiente, la economía y el bienestar de las personas. Es decir, asegurarnos de que podamos vivir bien hoy sin perjudicar el futuro del planeta.

En cambio, la sustentabilidad está más enfocada en la conservación de los recursos naturales para que nunca se agoten. Por ejemplo, si usamos madera para hacer muebles, es importante plantar nuevos árboles para reemplazar los que se cortan.

Conocer estas diferencias, qué es el desarrollo sostenible y la importancia de iniciativas como la Agenda 2030 o los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible es fundamental para que los alumnos adquieran una visión de cómo sus acciones cotidianas impactan en el medio ambiente y puedan influir en la toma de decisiones hacia un mundo mejor.

Texto: Arantza García

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