MI AULA

Proyectamos el vídeo “El Mar Menor, cada vez más cerca del límite”. Preguntamos al grupo aula si ven alguna relación entre la actividad que acaban de realizar y este vídeo. Efectivamente, han estado trabajando sobre una situación inspirada en un caso real, en la que una gestión no sostenible de las distintas actividades productivas de la zona (turismo, urbanismo y principalmente agricultura)  provocó y sigue provocando la pérdida de calidad del agua y el deterioro del ecosistema del Mar Menor. Les contamos que además hay otras causas que también afectan a ese ecosistema como es el turismo masificado y la consecuente construcción de hoteles, restaurantes, campos de golf y demás infraestructuras para el turismo, así como actividades de ocio de navegación a motor.

Proyectamos la imagen “Praderas del Mar menor 2014-2016-2017” y vamos mostrando las distintas cartografías que muestran la evolución de las praderas marinas en el Mar Menor en los últimos años. La imagen del año 2014 muestra la situación del “pre colapso”, en la que se observa la gran extensión de las praderas submarinas en toda la superficie de la laguna. Posteriormente, en el año 2016 el ecosistema llegó al límite del colapso cuando el deterioro fue tan severo que casi desaparecen todas las praderas, exceptuando en las zonas más costeras y menos profundas donde podía llegar la luz solar (representa el “pos colapso” reciente). Finalmente la imagen del 2017, muestra la situación de “inicio de la recuperación”, en la que la franja costera con presencia de praderas aumenta ligeramente y se aprecia la aparición de nuevas manchas de praderas, aguas más adentro.

Este es un ejemplo de la fragilidad de los ecosistemas y de cómo las actividades del entorno influyen enormemente en el estado de los mismos. La gestión sostenible de los recursos naturales en el área de la laguna es fundamental, pero también lo es en las zonas del entorno, ya que en la naturaleza todo está conectado. Gracias a la actuación de muchas personas e instituciones, la vida en el Mar Menor se está recuperando ligeramente, respecto al último episodio de colapso del 2016. Esto sí son motivos para alegrarnos (retomando la reflexión de la sesión 1), pero aún queda muchísimo por hacer, ya que el ecosistema no está recuperado. Su conservación debe ser prioridad para el interés común de la sociedad, y debemos recordar que un escenario esperanzador pasa por cambiar y redirigir los modelos productivos actuales (agrícolas y de turismo principalmente) hacia otros más sostenibles.

Cerramos la sesión intentando que el alumnado se lleve la idea de la fragilidad de los ecosistemas y de nuestra dependencia con respecto a su conservación. Que conozca esta problemática por si algún día tiene la posibilidad de visitarlo, o para que participe de manera más directa en su defensa a través de movimientos sociales locales, si es que es de la zona. Recalcamos la importancia de ser conscientes de cuáles son nuestras necesidades reales para gestionar nuestro día a día de la manera más sostenible posible y respetando los limites naturales. De este modo completamos ya el contenido ambiental Gestión sostenible de recursos naturales.