MI AULA

El agua que usamos para hidratarnos, para nuestra higiene y limpieza o regar es apenas una parte del líquido que necesitamos para vivir, ya que todo lo que comemos, vestimos o consumimos a diario invierte directa o indirectamente agua en todas las fases del ciclo completo de vida, desde la obtención de las materias primas para su fabricación hasta el tratamiento de su residuo. Esto es lo que se conoce como huella hídrica.
Por ejemplo, para fabricar un brik de tomate frito, es necesario agua para cultivar los tomates, para el cocinado y triturad de los tomates, para la fabricación de los diferentes componentes del envase de brik, para el reciclaje del residuo de envase, etc.
Además, el agua y la energía están intrínsecamente interconectadas. Todas las fuentes de energía (incluida la electricidad) requieren del agua en sus procesos de producción: para la extracción de materias primas, la refrigeración de plantas térmicas, los procesos de limpieza, la producción de biocombustibles y para el funcionamiento de las turbinas. Y la energía es necesaria en cualquier proceso industrial.

Los seres vivos, incluidas las personas, necesitamos el agua para cubrir nuestras necesidades básicas, es decir, para vivir y desarrollarnos.

El ser humano utiliza el recurso hídrico para, entre otras, las siguientes actividades:

• Uso doméstico: beber, alimentarse, limpieza de viviendas, aseo e higiene personal,
  limpieza de ropa, etc.
• Uso en la agricultura y la ganadería: riego de los campos de cultivo, alimentación del ganado, limpieza de las instalaciones de los animales, etc.
• Uso en la industria: fabricación de productos en las fábricas, en la construcción, etc.
• Uso como fuente de energía: producción de energía eléctrica en las centrales hidroeléctricas, energía producida por las corrientes de agua de los ríos, etc.
• Uso como vía de comunicaciones: embarcaciones que transportan cargas pesadas de un lugar a otro, etc.
• Uso público: limpieza de las calles de las ciudades y pueblos, fuentes públicas, riego de parques, etc.
• Uso en actividades de ocio y tiempo libre: práctica de deportes en ríos, mares, océanos, etc., descanso y admiración de la belleza del entorno, etc.
• El ser humano depende totalmente de los seres vivos para sobrevivir. De ellos obtiene alimento, vestimenta, medicamentos, materiales de construcción, etc.

El agua es el elemento esencial que permite la vida en la Tierra. Las plantas, los animales y nosotros, los seres humanos, necesitamos el agua para vivir.
Aproximadamente, el 70% (tres cuartas partes) de la superficie del planeta está cubierta por agua. De ese porcentaje, el 96,5% es agua salada (mares y océanos) y el 3% restante es agua dulce. Del total de agua dulce (3%), un 0,78% se encuentra en forma de agua subterránea, el 1,71% en forma de hielo (glaciares y casquetes polares) y el 1% restante está en los ríos y lagos .
Como vemos, de todo el porcentaje de agua dulce, sólo un 1% se encuentra en estado líquido y el 2% restante está en estado sólido. Con estas cifras, es fácil ver que el agua disponible para consumo es muy poca. De hecho, sólo un 0,007% es agua dulce disponible para el ser humano.
Si hacemos el símil, la Tierra podría ser una pelota de baloncesto, el agua dulce del planeta sería una bola de pin pon y el agua dulce disponible para el ser humano estaría representada por un grano de maíz.

El agua es el elemento indispensable para la vida en el planeta Tierra:
• Forma parte de los seres vivos. Los seres humanos estamos formados por, aproximadamente, un 75% de agua (76% en músculos, 83% en sangre, 75% en cerebro, 22% en huesos, órganos y tejidos). Nos ayuda en el transporte de nutrientes, en la digestión, en la eliminación de toxinas y residuos, etc. Otros seres vivos, como los elefantes (60%), las setas (90%) o la medusas (95%) también están formados por agua.
• Es el alimento esencial para muchos seres vivos. Las plantas necesitan agua para crecer (el 80% de las plantas es agua). El agua de lluvia se infiltra en el suelo y, junto con los minerales, es absorbida por las raíces de las plantas para llevar a cabo su desarrollo. Los animales, incluidas las personas, necesitamos agua para crecer y desarrollarnos. Encontramos agua en los alimentos (80% en frutas y verduras, 65% en la carne, 20% en frutos secos, 50% en el queso, 34% en el pan, etc.) y el agua para beber.
• Es el hábitat de numerosas especies animales y vegetales asociadas al medio acuático. Así, encontramos animales vertebrados (peces, anfibios, reptiles, mamíferos y aves), invertebrados (insectos, moluscos, crustáceos, medusas, etc.), algas, etc.
Los ecosistemas de agua dulce albergan el 10% de las especies acuáticas del planeta
• Los océanos y los mares regulan el clima (absorben el calor en verano y lo liberan en invierno) del planeta y nos brindan beneficios: alimentos, medios de subsistencia y servicios culturales.
• Los ecosistemas acuáticos, tanto marinos como dulces, son importantes para mantener los procesos ecológicos fundamentales, como el ciclo del agua , que permite que la cantidad total de agua del planeta se mantenga en constante circulación.
• El agua circula de manera natural, formando parte de la hidrosfera: atmósfera, ríos, lagos, océanos, mares, nieve, hielo y aguas subterráneas. De esta manera, el agua permite la existencia de vida en cualquier parte del planeta.

Los procesos ecológicos fundamentales que se dan en un ecosistema son necesarios para garantizar la vida en el planeta. Estos son: el ciclo del agua, los ciclos biogeoquímicos (o de nutrientes), el flujo de energía, el ciclo de materia y la dinámica de las comunidades.
La vida en la Tierra depende de estos procesos, ya que todas las formas de vida se rigen a través de ellos. Dichos procesos no se encuentran aislados, sino que están interrelacionados entre sí, manteniendo equilibrios dinámicos que permiten que, tras un continuo y largo proceso, estos sistemas mantengan una relativa estabilidad y estructura propia. Como vemos, es importante cuidar el agua si queremos mantener la vida en nuestro planeta.

Cuidar el agua es responsabilidad de todos, por eso es importante transmitir al alumnado algunas
recomendaciones para un mejor uso y aprovechamiento del agua en el centro educativo y sus
hogares:

• Recuerda a tu familia que llene el lavavajillas o la lavadora antes de iniciar el programa. Sólo con
  esta acción se ahorran casi 4000 litros de agua al mes.
•  Si tienes aire acondicionado en casa, avisa a tu familia que hay que evitar que el agua desagüe a la calle. Aparte de ser molesto para los vecinos, podéis recoger esa agua en una botella y
  utilizarla para regar las plantas, por ejemplo.
•  La acción de bañarse consume el doble de agua que una ducha y si ésta se realiza de manera ágil, puedes ahorrar más de 4000 litros de agua al mes.
•  Sin embargo, si tienes hermanos, una buena medida de ahorro es que os bañéis juntos. Aprovecharéis mejor el agua y os divertiréis seguro.
•  Cuando abras el grifo de la ducha, no la desperdicies hasta que salga agua caliente. Puedes recogerla en un cubo para darle después otro uso.
•  No hace falta lavar el vaso cada vez que bebas agua, el mismo vaso puede servir para todo el día y puedes lavarlo cuando ya no vayas a beber más.
• Si ves que un grifo no para de gotear en el colegio o en tu casa, avisa a tu docente o a tu familia, para arreglar la fuga con urgencia para evitar la pérdida de agua.
• Cuidar nuestra higiene es básico. Pero también es importante que no te olvides de cerrar el grifo mientras te cepillas los dientes o te enjabonas. Un grifo abierto consume hasta 12 litros por minuto!
• Si tienes una cisterna con doble sistema de descarga de agua, utiliza el pulsador pequeño o el grande según se necesite más o menos agua.
• El inodoro no es un cubo para arrojar basura. Deposita cada residuo en su contenedor correspondiente.

En el agua existen miles de organismos que componen una gran parte de la vida del planeta, incluso mayor que la que se encuentra en tierra. Su hogar está en el agua, yendo desde los peces más comunes hasta los más grandes como las ballenas.

Importancia de los seres vivos para el bienestar humano: servicios ambientales de plantas y animales (alimentación, protección, salud (terapéutica). Las funciones ambientales de los seres vivos muestran “el papel” que desempeñan las especies en el ecosistema. En algunos casos la línea que separa la “función de un animal” del “servicio que proporciona” puede ser muy fina, e incluso abierta a varias interpretaciones. En cualquier caso, en esta actividad, hemos considerado/se ha considerado utilizar el término “servicio” cuando nos referimos a un beneficio directo y más concreto, y “función” cuando nos referimos al papel que juega en el ecosistema, sobre todo en cuanto a relaciones de cadena trófica.

En este proyecto contemplamos tres servicios de los seres vivos:

• Suministro de alimento: Como parte integrante de las redes alimentarias, las plantas y animales suministran alimentos al ser humano para su supervivencia (cereales, frutas y verduras, carne…)
• Protección: Algunas plantas y animales protegen al ser humano: ayudan a controlar las poblaciones de plagas (caso del murciélago o las aves que controlan las poblaciones de insectos, etc.), actúan de barrera física en zonas costeras frenando el empuje de las olas (caso del coral), o reducen la sedimentación y la fuerza de las aguas que llegan a ríos, lagos y represas, manteniendo la calidad del agua e impidiendo la entrada de contaminantes al medio acuático absorben y fijan dióxido de carbono, uno de los principales gases responsables del cambio climático que afectan al planeta, como es el caso de la vegetación de ribera, entre otros.
• Salud: El contacto con un animal causa efectos beneficiosos, tanto para la salud física como para la mental de las personas. El cuidado e incluso la educación del animal, esta afinidad innata de los humanos y los animales se puede utilizar asimismo con fines terapéuticos con, por ejemplo, personas con dificultades para comunicarse, de motivación, de atención y de concentración, con una baja autoestima, en las que quiere promover el sentido de la responsabilidad o que presentan cualquier otra problemática de comportamiento, incluida la enfermedad mental. La terapia con perros, con gatos, con caballos, etc. Además muchas plantas tienen propiedades medicinales

Una simple mirada al entorno que nos rodea nos permite observar que las figuras y las relaciones geométricas que encontramos en los libros de matemáticas se encuentran por todas partes y que la geometría está presente de manera directa y muy concreta en la naturaleza y en nuestra vida cotidiana.

Las aguas contaminadas y la falta de saneamiento básico obstaculizan la erradicación de la pobreza extrema y las enfermedades en los países más pobres del mundo.

El Programa de Monitoreo del Abastecimiento de Agua y del Saneamiento de OMS/UNICEF, 2017 pone de relieve los desafíos actuales en torno al acceso al agua potable y saneamiento:

• La escasez de agua ya afecta a cuatro de cada 10 personas
• 2,1 billones de personas en el mundo carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura. Al menos 1800 millones de personas en todo el mundo beben agua que no está protegida contra la contaminación de las heces. Un número aún mayor bebe agua que se distribuye a través de sistemas vulnerables a la contaminación. Para 2015, 181 países habían logrado una cobertura de más del 75% con por lo menos servicios básicos.
• 4,5 billones de personas en el mundo no disponen de instalaciones básicas de saneamiento, como baños o letrinas. Para 2015, 154 países habían logrado más del 75% de cobertura con servicios de saneamiento básico.

La mayoría de los 2.300 millones de personas que aún carecen de un servicio de saneamiento básico practican la defecación como letrinas de pozo sin losa o plataforma, letrinas colgantes o letrinas de cubo (856 millones). Los 600 millones restantes utilizan instalaciones sanitarias mejoradas que comparten con otros hogares. Estos servicios de saneamiento limitados reflejan tanto las prácticas culturales como las limitaciones socioeconómicas en determinadas zonas densamente pobladas. Si bien el uso universal de retretes privados accesibles en la vivienda sigue siendo el objetivo final, las instalaciones sanitarias compartidas de alta calidad pueden ser la mejor opción a corto plazo en algunos entornos urbanos de bajos ingresos. Dieciséis de los 24 países donde al menos una de cada cinco personas dispone de servicios de saneamiento limitados se encuentran en África subsahariana.

El acceso a servicios de agua, saneamiento e higiene sin riesgos podría evitar que muchas personas sufran enfermedades. El agua no potable y el saneamiento deficiente son las causas principales de la mortalidad infantil. La diarrea infantil -asociada a la escasez de agua, saneamientos inadecuados, aguas contaminadas con agentes patógenos de enfermedades infecciosas y falta de higiene- causa la muerte a 1,5 millones de niños al año, la mayoría de ellos menores de cinco años en países en desarrollo. (OMS, 2014)

La Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció el derecho humano al agua y al saneamiento en julio de 2010 y el El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS)  es «Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos». Todos los seres humanos deben tener acceso a una cantidad de agua suficiente para el uso doméstico y personal (entre 50 y 100 litros de agua por persona y día) y que sea segura, aceptable y asequible (el coste del agua no debería superar el 3% de los ingresos del hogar), y accesible físicamente (la fuente debe estar a menos de 1.000 metros del hogar y su recogida no debería superar los 30 minutos).

Si te interesa profundizar más en las metas, estrategias y avances en el cumplimiento del ODS 6 te recomendamos que consultes la web de ONU-Agua (el Programa Conjunto de Monitoreo del Abastecimiento del Agua, el Saneamiento y la Higiene ONU-Agua (https://www.unwater.org/about-unwater/)

Como hemos indicado ya, según las Naciones Unidas, toda persona debería tener una fuente de agua potable a una distancia menor de kilómetro. Además, establece un rango de entre 50 y 100 litros de agua por día y persona para que la ciudadanía pueda llevar a cabo sus necesidades diarias y garantizar la higiene y la salud pública.

En realidad, en España somos unos privilegiados al poder contar con acceso de agua potable en casa, independientemente de que la calidad de la misma no sea en ocasiones la que esperamos o merecemos. Para que al abrir el grifo salga agua potable hay todo un proceso muy largo y extenso, en el que intervienen muchas personas y agentes. Gran parte del importe que pagamos en nuestra factura del agua corresponde en realidad al mantenimiento de todas infraestructuras y servicios que permiten que podamos tener agua potable en casa.

Si no existiera el agua, las funciones vitales de los seres vivos no se pueden llevar a cabo con normalidad y los organismos mueren.  Con ello, se pierde biodiversidad. Las especies animales y vegetales se extinguen y los ecosistemas pierden su equilibrio, lo que pone en riesgo a todo el planeta.

Algunas actividades humanas ejercen grandes presiones en el ciclo del agua y en los sistemas acuáticos, lo que ocasiona consecuencias que dificultan la vida en el Planeta. Algunas de estas alteraciones son:

• Un uso inadecuado y abusivo del agua de consumo doméstico, puede conllevar un gran gasto y pérdida de este recurso (dejar los grifos abiertos más tiempo del imprescindible para el aseo y la higiene personal, bañarse en lugar de ducharse, poner la lavadora o el lavavajillas con poca carga…)
• La agricultura y la ganadería intensiva requieren grandes cantidades de agua para su mantenimiento. Para ello, en muchas ocasiones, se sobreexplotan los acuíferos, lo que provoca la disminución o agotamiento del recurso hídrico.
• La modificación de los cursos de agua, mediante la construcción de presas, provoca pérdida de especies de fauna y flora acuáticas, entre otros.
• La deforestación altera la capacidad de infiltración de agua en el suelo y la evapotranspiración. De esta manera, se alteran los regímenes de lluvia y se potencian los procesos erosivos del suelo, aumentando así el riesgo de riadas e inundaciones.
• La contaminación del agua, ocasionada por el vertido de las ciudades y las fábricas, por las heces de la ganadería y por los fertilizantes utilizados en la agricultura, es la responsable del 80% de las enfermedades humanas.
• La contaminación ocasionada por la quema de combustibles fósiles (actividades industriales y transporte) produce lluvia ácida (los óxidos de nitrógeno y azufre generados por la quema de combustibles fósiles se combinan con el agua), que, al caer sobre los mares, ríos, lagos y océanos, aumenta la acidez del agua y ocasiona la desaparición de muchas especies. Además, estas emisiones de gases de efecto invernadero contribuyen al aumento de la temperatura en la Tierra, lo que ocasiona, a su vez, un aumento en la temperatura de las masas de agua y las especies que viven en ellos ven alterado su desarrollo.

Aunque los seres vivos silvestres no precisan del cuidado directo del ser humano para sobrevivir y perpetuarse en el tiempo. Si necesitan que el ser humano no intervenga en el ecosistema natural en el que habitan (no alterar artificialmente las condiciones físicas del entorno: contaminación, fuego, ruido, deforestación, etc.) y respetarlo tal y como es.

Los seres vivos domesticados viven en espacios naturales humanizados (dehesas, granjas, hogares, etc.).  Se trata de animales que conviven con el ser humano tras un proceso de adaptación y/o aprendizaje y, en muchos casos, en condiciones diferentes a las que vivían en la naturaleza. Por tanto, necesitan de cuidados (cubrir sus necesidades vitales), tanto mayores cuanto más diferentes sean las condiciones de vida doméstica respecto a la silvestre.  Los seres humanos atendemos a las necesidades de los animales (lugar, temperatura, comida, ventilación, limpieza, etc.) de manera artificial, copiando a la naturaleza. Si dejamos de cuidarlos, no es raro que enfermen o mueran.

La noción de respeto (el vive y deja vivir) en este caso lleva implícita la de cuidado: respetar a nuestras vacas o gallinas consiste en cuidarlas convenientemente, en cubrir la totalidad de sus necesidades vitales. Por ejemplo, en el caso de los perros o de los caballos el cariño forma parte de sus necesidades vitales.

Posibles ideas o acciones para el cuidado y respeto de seres vivos silvestres:

• Dejar o mantener limpia la naturaleza: el mar, el bosque, la sabana… es decir, los lugares donde viven los seres vivos.
• No destrozar los nidos o refugios de los animales.
• No hacer demasiado ruido para no molestar a los animales.
• Alimentar sólo y exclusivamente a los animales domésticos, nunca a los silvestres (hacer especial hincapié en esta cuestión).
• No perseguir ni molestar a ningún animal si tenemos la suerte de ver alguno.
• Comportarnos con tranquilidad y respeto.

En la naturaleza existe una amplia diversidad de organismos vivos de todas las clases, incluida la diversidad dentro de las especies, entre las especies y de los ecosistemas. Es lo que conocemos como Biodiversidad.

Además de su valor intrínseco, la biodiversidad es esencial para garantizar el bienestar humano, ya que nuestra vida depende de los procesos ecológicos fundamentales que se dan gracias a ella y de los servicios que nos presta. En efecto, si consideramos que nuestro entorno es un sistema vivo, dinámico y flexible, en el que el ser humano se desarrolla a través de relaciones de interdependencia con el resto de seres de su entorno, podemos afirmar que el ser humano forma parte de la biodiversidad, ya que es parte de un sistema complejo del que obtiene aquello que necesita y en el que participa como cualquier otro elemento de él. Por tanto, conocer la diversidad biológica, a través del conocimiento de las formas y funciones de los elementos que la componen y de las relaciones existentes entre ellos, es conservar las posibilidades de mantener la vida en nuestro planeta.

Este enfoque, que incluye las relaciones entre sus componentes, es la herramienta para comprender los sistemas y sus interacciones. Se trata, por tanto de un nuevo enfoque que aborda la conservación tradicional de la biodiversidad integrando los valores ambientales con los valores culturales y las necesidades sociales. Es una nueva visión o paradigma cultural que promueve el cuidado y la cultura de la sostenibilidad de la vida, basada en la justicia social y ecológica.

Para profundizar en este tema, puedes consultar el contenido “Pensar en redes y sistemas” en la escuela de docentes.

Es importante que el alumnado tome conciencia de los elementos que el ser humano necesita para tener una  vida buena o plena. La concepción de la vida buena está basada en la búsqueda de una vida en armonía con la persona misma, con otras personas y con la naturaleza.

En contrapunto a tener una buena vida, que se centra en el consumo excesivo, en poseer bienes materiales y en pensar solo en el bienestar de uno mismo, el concepto de vida buena va más allá. Incluye no sólo el bienestar propio, sino también el de las demás personas y el de la naturaleza, de la que formamos parte y de la que dependemos. No se puede tener una vida buena o plena si las demás personas viven mal o si se daña a la naturaleza. Vivir bien significa comprender que formamos parte del sistema Tierra.

La forma actual de entender el bienestar se puede resumir en la expresión calidad de vida. En ella podemos incluir en primer lugar la salud física y psíquica, el cuidado del cuerpo y de la mente, y la armonía del alma. En segundo lugar, la satisfacción de las diferentes necesidades humanas, tanto primordiales como derivadas. En tercer lugar se ha de contar con las adecuadas condiciones naturales y técnicas en nuestro entorno, de modo que sean sanos y saludables, y tengan las comodidades normales de las que hoy nadie pensaría en prescindir.