Gestión sostenible de recursos naturales

El bienestar del ser humano está íntimamente relacionado con el estado de conservación de los ecosistemas, puesto que es la naturaleza quien cubre nuestras necesidades básicas con los recursos naturales disponibles. Por tanto, si estos se ven alterados, también se ven alteradas las posibilidades de cubrir nuestras necesidades.

En nuestro día a día utilizamos infinidad de objetos, algunos procedentes de materias primas renovables y otros procedentes de materias primas no renovables. Independientemente de su origen, se debe evitar el consumo irresponsable de recursos y materias primas, ya que incluso las de carácter renovable conllevan generalmente impactos, quizá no asociados al agotamiento en sí, pero sí al proceso de transformación/producción. Por ejemplo, el papel proviene de una materia prima renovable, pero también se debe consumir de manera responsable, sin superar el ritmo de regeneración del recurso natural maderero y porque además su proceso de fabricación conlleva gasto de energía, consumo de agua y generación de  contaminación.

Por ello, en la sesión 1 se hace una reflexión sobre cuáles con las necesidades reales a la hora de afrontar una determinada tarea y también se analiza una aproximación a la dimensión ambiental de la sostenibilidad, a través de 3 ejemplos sencillos: realizar un abonado adecuado de un campo de cultivo, consumo y uso responsable de agua y al mantenimiento de la biodiversidad de la fauna del suelo.

Gestión sostenible de recursos naturales

El caso del  Mar Menor

El Mar Menor: valores naturales

El Mar Menor es la laguna hipersalina más grande de toda Europa, situada en el sudeste de la península ibérica, en concreto en la Región de Murcia. Se trata de un ecosistema muy frágil cuyas características ambientales difieren mucho del mar Mediterráneo (elevada salinidad y escasa profundidad, por ejemplo), con el que mantiene 3 canales de comunicación. Estas diferencias lo convierten en el hábitat idóneo para numerosas especies, presentando gran variedad de ecosistemas y de ahí su singularidad. Al tratarse de un ecosistema “casi” cerrado, es decir, una masa de agua de carácter más estático que un ecosistema abierto (fluvial o marino), las perturbaciones en cualquiera de sus elementos pueden acarrear severas consecuencias sobre el conjunto, por lo que mantener el equilibrio de los elementos y sus interacciones, es fundamental para su conservación.

Los altos valores ambientales del Mar Menor han impulsado la conservación de diversos tramos de costa e islas. Así, encontramos distintas figuras de protección, algunos ejemplos son: el Paisaje Protegido Espacios Abiertos e Islas del Mar Menor (que incluye zonas no urbanas de costa, islas y otras zonas del interior continental); el Parque Regional de las salinas de San Pedro; el LIC del Mar Menor (Lugar de Interés Comunitario, que incluye toda la parte marítima de la laguna) y también Zonas de Especial Protección para la Aves (ZEPAS), y Humedal de Importancia Internacional de Ramsar, entre otras.

Destacan especies como el caballito de mar, la nacra y especies de valor económico como el langostino del mar menor, las doradas y el mújol.

Relación del ser humano el Mar Menor:

Pero no solo sus características ambientales son lo que lo hacen destacable, sino también su valor histórico, social, cultural y económico. Existen registros arqueológicos desde la época del Paleolítico, también transitaron fenicios y griegos, y una gran civilización cartaginesa se asentó dominando el litoral de esta zona hasta la llegada de los romanos. Por lo tanto, es un lugar que ha estado siempre marcado por la presencia humana. Mucho ha cambiado el paisaje desde entonces, ya que durante los primeros asentamientos humanos se trataba de un ecosistema boscoso con existencia de numerosos animales carnívoros (por ejemplo panteras), lo que difiere enormemente con respecto al paisaje actual de clima mediterráneo cálido seco y vegetación predominante arbustiva.

A lo largo de la historia han sido múltiples los aprovechamientos del Mar Menor. Por ejemplo, en la época de los romanos comenzó la explotación salinera (en San Pedro del Pinatar), actividad económica que perdura hasta nuestros días. De la misma época es el inicio de las conservas en salazón y de un producto al que llamaban garum (una salsa de vísceras de caballa) que fue un alimento fundamental de la época. Desde el punto de vista estratégico de control del territorio, la laguna (cuya profundidad y salinidad era mucho mayor que en la actualidad) era utilizada también como guarida para los barcos.

Fue en la época andalusí cuando se crearon las encañizadas, un sistema de pesca artesanal que consistía en la construcción de una especie de laberintos con cañas y estacas que dirigía el pescado hasta las trampas aprovechando las corrientes generadas en los canales de comunicación con el mar Mediterráneo. Hoy en día, con pequeñas variaciones, pero sigue utilizándose este sistema.

Fue un territorio que padeció ataques berberiscos y piratería hasta el s. XVII, lo que influyó en la disposición de los núcleos poblacionales del lugar, ya que los ubicaron algunos kilómetros hacia el interior continental, para guardar así cierta distancia de seguridad con los ataques costeros. Otro motivo, que nada tiene que ver con enfrentamientos, fue la insalubridad de la zona costera, donde había mayor probabilidad de transmisión de enfermedades por mosquitos, cólera, tifus, etc. debido a las aguas estancadas de lluvia.

Posteriormente, durante el s. XIX y XX el lugar fue adquiriendo gran valor como zona de descanso y disfrute, basado en el aprovechamiento de sus aguas y barros. Otros elementos antrópicos que definen el paisaje son los molinos de viento utilizados para para transportar agua  al Campo de Cartagena y/o para las salinas y para moler cereales.

Servicios ecosistémicos del Mar Menor:

Por lo tanto, el aprovechamiento de los recursos de la laguna es y ha sido, múltiple y el vínculo con el ser humano muy estrecho. Es un ecosistema que ofrece lo que llamamos gran variedad de servicios ecosistémicos, tanto de suministro (por ejemplo la pesca y la sal); de regulación (del clima, con temperaturas algo más suaves que en el interior de la región; regulación hídrica a través de la presencia de organismos con capacidad depuradora en el agua, etc.); de apoyo o de base (mantenimiento del ciclo de los nutrientes, neutralización de desechos tóxicos, etc.) y culturales (desde el conocimiento científico, el valor histórico, el disfrute, la identidad y el patrimonio cultural y la inspiración).

Situación y problemática actual:

En la actualidad los usos del Mar Menor también son muy diversos. El más patente es el turístico, que ha supuesto una urbanización excesiva y un gran crecimiento de los núcleos poblacionales, que ahora sí llegan hasta las zonas ribereñas. Este aumento poblacional y de segunda residencia, sumado a grandes picos de turismo estacional, está ejerciendo desde hace años una gran presión sobre el ecosistema, que se está viendo severamente alterado.

Además, debido a las interacciones que se dan entre los elementos en los sistemas naturales (en la naturaleza todo está interconectado) los usos del territorio, ya no de la propia laguna, sino de las zonas aledañas, también llevan tiempo influyendo y degradando el estado del Mar Menor. Tal es así que, actividades como la minería (arco sur del Mar Menor) y la agricultura también guardan estrecha relación con el estado actual de este singular espacio. En concreto, gran parte del territorio del Campo de Cartagena está dedicado a la agricultura, y el uso intensivo de los recursos (extracción de aguas subterráneas, uso de fertilizantes, plaguicidas, etc.) lleva tiempo provocando impactos ambientales negativos con graves consecuencias en el ecosistema.

Una de estas consecuencias es el aumento de la cantidad de nutrientes en la laguna que provienen de la escorrentía de los campos agrícolas, y del uso de aguas subterráneas (que también están cargadas de nutrientes debido a la infiltración de aguas de riego durante años) así como de las infiltraciones que se dan desde el acuífero hacia el Mar Menor). Y en ocasiones también pueden provenir de aguas mal depuradas, sobre todo en épocas de mayor afluencia de turismo. El aumento de nutrientes en el ecosistema acuático provoca un crecimiento de las poblaciones de microalgas (fitoplancton), ya que estas se alimentan de los nutrientes. Tal es el aumento de microalgas en suspensión (bloom de fitoplancton) que impiden la entrada de la luz solar. En estas condiciones, las praderas de algas y de fanerógamas (plantas submarinas) del fondo marino no pueden realizar su actividad fotosintética. Al no poder realizar la fotosíntesis, las praderas mueren y ya no hay producción de oxígeno, lo que afecta al resto de vida acuática.

En un sistema acuático en equilibrio existen bacterias que se encargan de descomponer la materia orgánica que hay en el agua. Sin embargo, en una situación como esta, este tipo de bacterias aumentan su actividad descomponedora, porque hay más materia orgánica para descomponer, es decir tienen más alimento.  En este proceso de descomposición las bacterias consumen oxígeno. Por lo tanto, si aumentan mucho su actividad van a consumir mucho más oxígeno. Si a esto se le añade, que las praderas marinas han muerto y tampoco producen oxígeno, finalmente este se agota, es decir, se produce una situación de anoxia. Estas bacterias mueren y por tanto ya no pueden cumplir su función de descomposición.

Estos procesos (llamados procesos de eutrofización) desestabilizan el equilibrio existente entre los elementos del ecosistema y pueden suponer cambios severos en los distintos hábitats, incluso la desaparición de especies con la consecuente pérdida de biodiversidad que ello supone. La ausencia de vegetación que retiene el sustrato marino, provoca que esos materiales queden en suspensión y en lugar de haber praderas, el fondo de la laguna pasa a ser sedimento sin vegetación.

En el año 2016 el ecosistema estuvo muy cerca del colapso total, perdiendo toda su transparencia y convirtiéndose en una sopa verde y turbia, lo que afectó a todas las actividades asociadas antes mencionadas (pesca, turismo, uso y disfrute del espacio, etc.).

Otro de los ejemplos de desestabilización del ecosistema han sido los episodios de explosión demográfica de medusas, que también se alimentan de los nutrientes, y que paradójicamente contribuyen a la transparencia del agua, pero ocasionan incomodidades a las personas.

Desde aquella situación crítica del año 2016 se está observando una mejora en algunos de los indicadores ambientales de este frágil ecosistema, por ejemplo, en la transparencia y en el aumento de las poblaciones de algunas especies (caballito de mar). Pero las investigaciones actuales indican, que a pesar de la ligera mejoría, esto no supone la recuperación de la laguna, ni muchísimo menos, puesto que sigue sufriendo las mismas presiones.

Medidas  de conservación:

Las medidas para mejorar la situación deben ir encaminadas a actuar en el origen de las distintas causas de la problemática, ya que, de otro modo, simplemente suponen pequeños parches. Esto radica en disminuir las presiones derivadas del sector turístico, como del sector agrícola, lo que implica cambios en ambos modelos hacia otros más sostenibles.

Existen otro tipo de medidas, pero que deben entenderse siempre como complementarias a esos cambios de modelos, como por ejemplo: la utilización de filtros verdes en la ribera de la laguna (para minimizar los efectos de la escorrentía de los cultivos y de los excedentes de riego); el redimensionamiento de las estaciones depuradoras de aguas residuales, la creación de setos en los cultivos para minimizar la escorrentía, etc.

La ligera mejora apreciada en las cartografías del 2017 se debe, por un lado a la clausura, por parte de la Confederación Hidrográfica del Segura de un gran número de desalobradoras irregulares en el Campo de Cartagena (que extraían agua subterránea contaminada con exceso de nitrato) y la salmuera, el “rechazo” de las desalobradoras se vertía sin control al terreno y/o al Mar Menor. Y por otro lado, también se debe a las beneficiosas condiciones ambientales que se han ido dando desde el 2016, ya que la ausencia de lluvias severas ha evitado el arrastre de más nutrientes por grandes escorrentías. Pero a pesar de la puesta en marcha de proyectos como el vertido cero, por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y otros estudios con la Universidad Politécnica de Cartagena de extracción del nitrógeno (fertilizante) de las aguas, las medidas actuales son escasas y urge la necesidad de revertir la situación.

Por lo tanto, es fundamental una gestión sostenible de los recursos naturales y gestionar las actividades económicas de un territorio respetando siempre los límites de los sistemas naturales (correcta gestión del suelo, del agua, etc.).

Movilización social:

Ante la situación de degradación del Mar Menor, surge el Pacto por el Mar Menor, una plataforma ciudadana, formada por profesionales de diversos perfiles, incluyendo a la comunidad científica, con el objetivo de informar a la ciudadanía del estado del Mar Menor, y hacerla partícipe en la toma de decisiones sobre la conservación del espacio natural, así como de presionar a la administración para que tome medidas concretas para evitar el deterioro de este singular ecosistema (por ejemplo elevando denuncias ante la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo).

Nota: Las fuentes utilizadas para extraer los datos que aparecen en los ejercicios matemáticos se encuentran referenciadas en el apartado de referencias correspondiente. Se ha intentado utilizar datos lo más aproximados posibles a la realidad, pero en algunos casos ha sido necesario realizar adaptaciones y, en otros casos, ha sido necesario utilizar datos ficticios, para adaptarlos al nivel curricular del alumnado, pero están inspirados en la problemática real. El contexto de los ejercicios también está adaptado, en ocasiones simplificando un poco la realidad, ya que los estudios sobre sostenibilidad reales son mucho más complejos, obviamente.

Puntualizaciones para la Actividad 2.2  Había una vez muchos caballitos de mar…:

Se indican a continuación algunos términos que será necesario repasar o explicar al alumnado para que comprenda correctamente los ejercicios matemáticos:

  • Desaladoras (o desalinizadoras): sistema e instalaciones para captar el agua del mar, extraerle la sal y obtener agua dulce para su utilización.
  • Desalobradoras: sistema o instalación para extraer agua subterránea salobre (no tan salada como la del mar, pero tampoco llega a ser agua dulce) a través de pozos y extraer la sal para obtener agua dulce para su utilización.
  • Salmuera: la salmuera es el agua “de rechazo”. Es decir, al extraer agua del mar y eliminarle la sal, esta se vierte de nuevo al mar. La salmuera es el vertido “salado” que queda. (Este concepto no se trabaja en los problemas, esto es más una aclaración al profesorado).
  • Monocultivo: cultivo de una sola especie.
  • Fertilizante: sustancia química que aporta nutrientes para el crecimiento de las plantas cultivadas.
  • Plaguicida: sustancia química para combatir las plagas en los cultivos.
  • Praderas submarinas: las praderas submarinas formadas por plantas marinas (fanerógamas) o algas son fundamentales en los ecosistemas marinos, ya que crecen en el fondo, reteniendo el sustrato y otorgando refugio y alimento a otras muchas especies. Son equivalentes a los bosques terrestres.
  • Nacra: bivalvo de gran tamaño. En concreto la especie del Mar Menor es la Pinna nobilis. Busca lugares protegidos y por eso el Mar Menor es un hábitat ideal para esta especie.
  • Fitoplancton: seres vivos acuáticos de origen vegetal que están en suspensión, o flotando. Juegan un papel fundamental ya que son productores primarios del océano.
  • Cultivo de rotación: cuando en un cultivo se van alternando las especies a cultivar, de este modo el suelo no se queda sin nutrientes, ya que unas especies aportan más nutrientes al sustrato y otras consumen más.

Se indican a continuación los aspectos más relevantes a trabajar con el alumnado una vez que hayan resuelto los ejercicios matemáticos, de cara a valorar la sostenibilidad de las actuaciones de cada asociación agraria:

– Asociación agraria Produexprés: aspectos negativos y por lo tanto no sostenibles. No hemos llevado a cabo una gestión sostenible de los recursos naturales por todos estos motivos:

  • De todo el terreno ocupamos prácticamente toda la superficie para los cultivos, excepto la parte para los almacenes, la maquinaria y las desalobradoras. Pero no dejamos nada en estado natural para mantener la biodiversidad.
  • Son monocultivos, es decir, que cultivamos una gran extensión con una sola especie, lo que hace que los nutrientes del suelo se agoten antes y que si hay una plaga, afecte a todo el cultivo.
  • Cultivamos hortalizas que requieren bastante cantidad de agua, a pesar de que estamos ubicados en una zona de clima bastante seco.
  • Extraemos más agua subterránea de la permitida.
  • Utilizamos muchos fertilizantes para que las plantas crezcan más, pero no tenemos en cuenta que parte de esos fertilizantes terminan en la laguna, volviendo el agua turbia y haciendo que desparezca casi toda la vida marina (por ejemplo casi desaparecen los caballitos de mar).
  • En las playas de la laguna se han recogido más algas que otros años, que es otro síntoma del deterioro de la laguna.

 – Asociación agraria Verdusana: aspectos positivos y por lo tanto más sostenibles. Hemos llevado una gestión más sostenible debido a:

  • De todo el terreno disponible en nuestra finca solo ocupamos la mitad de la superficie para los cultivos. En la otra mitad no cultivamos y conservamos así la vegetación natural de la zona, y por tanto también el refugio y el alimento de la fauna.
  • Alternamos cultivos de cebada con cultivos de alfalfa. La alfalfa aporta mucho nitrógeno al suelo, que es un nutriente que enriquece el suelo y hace que las plantas crezcan mejor, pero no echamos más fertilizantes extra.
  • Cultivamos hortalizas que requieren muy poca cantidad de agua, ya que son cultivos de secano, que se mantienen con el agua de la lluvia, sin necesidad de consumir agua de pozos (a través de desalobradoras) o del mar (a través de desaladoras) o de trasvases (desde otros lugares fuera de nuestra región).
  • En las playas de la laguna se han recogido menos algas que otros años, que puede ser otro síntoma de que la laguna está un poco mejor conservada.
  • Hacemos un esfuerzo por recordar épocas anteriores, en la que la gestión de la agricultura y de los recursos naturales se hacía de manera insostenible y eso nos ayuda a no repetir los errores del pasado.

Nota: los nombres de las asociaciones han sido inventados para la ocasión y no están relacionados con ninguna marca que pudiera existir.