María es docente Naturaliza desde principios de 2022. Su interés y el de su equipo por los temas ambientales es indudable y se nota en la ilusión que muestra al contarnos todas las actividades que realizan con su alumnado en este ámbito. Sin embargo, no se conformó con lo que sabía acerca del medio ambiente y la educación ambiental y quiso seguir aprendiendo. Por eso, se apuntó al programa Naturaliza, donde encontró la formación y los recursos que necesitaba para profundizar en la materia.

Entre los recursos didácticos que ha utilizado de la biblioteca de Naturaliza, destaca ¿Dónde está mi casa?, una clase fuera del aula de Ciencias de la Naturaleza para 2º de primaria. Con este recurso, María y su alumnado salieron al parque a observar el entorno y a aprender sobre las especies exóticas invasoras. “Fue una experiencia muy positiva tanto para mí como para el alumnado”, nos dice. Además, considera importante trabajar este tema con los más pequeños, ya que son los que más ganas tienen de tener mascotas y, por tanto, existe un mayor riesgo en contribuir a este problema sin ser conscientes de ello.

En el CRA Alto Tiétar, donde trabaja María, llevan mucho tiempo realizando actividades de educación ambiental. Por ejemplo, tienen un huerto escolar que empezó siendo solo para 3º y 4º de primaria, pero que ahora involucra a todo el colegio. Para cuidarlo, han creado grupos de trabajo dirigidos por capataces, han construido una compostera para aprovechar los residuos orgánicos que se generan en los recreos y han diseñado un original sistema de captación de agua de lluvia. En este huerto no faltan estructuras para convertirlo en un refugio de biodiversidad, como los comederos para pájaros o un hotel de insectos. “Hablando con el alumnado sobre la importancia de la polinización descubrimos que desde el cole y sin mucho esfuerzo podíamos construir un hotel de insectos para ayudarles a encontrar un espacio donde vivir y podíamos facilitar la alimentación de otras especies animales, como los gorriones, fabricando e instalando comederos para facilitar su alimentación.

Otra iniciativa interesante que han llevado a cabo son los termómetros ambientales. A través de un muñeco que se mueve por un gradiente de colores miden los hábitos proambientales del aula en relación con la reducción de envases de los almuerzos, la movilidad sostenible y el reciclaje de materiales. Además, organizan mercadillos solidarios con manualidades elaboradas por el propio alumnado con material reciclado cuya recaudación es donada a ONGs.

“En nuestro centro ya realizábamos muchas actividades ambientales, pero eran acciones sueltas y nos faltaba un hilo conductor que las uniera y les diera un sentido global. Naturaliza nos ayudó mucho a dar coherencia y continuidad a nuestras actividades, basándonos en la formación que recibimos en la Escuela de Docentes y la variedad de propuestas que se ofrecen en la biblioteca de recursos del proyecto.“

Además, puedes seguir formándote y participar en actividades que se organizan a lo largo del curso escolar. En mi caso, asistí a un taller online sobre cómo organizar un Plan de gestión de residuos en el centro educativo, que nos interesaba mucho.

En definitiva, este programa nos ha permitido incorporar el medio ambiente a nuestro día a día y relacionar cada propuesta con nuestros hábitos en el centro, pero también con los ODS, la naturaleza y el respeto por el medio ambiente.

¡Muchas gracias María por compartir tu experiencia en Naturaliza y por tu motivación para trasmitir a tu alumnado la responsabilidad y el compromiso con el planeta!