El pasado 17 de junio se celebró el Día de Lucha contra la Desertificación y la Sequía con el objetivo de concienciar acerca de la importancia de valorar el suelo y aportar soluciones a los problemas de desertificación y sequía en todo el mundo.

La desertificación es uno de los grandes retos ambientales a los que se enfrenta el planeta. Se trata del proceso por el que las tierras fértiles pierden su capacidad productiva. Está causada por variaciones climáticas y sus efectos (la sequía entre otros), la actividad humana, la deforestación, la sobreexplotación de la tierra por la agricultura intensiva, los incendios forestales, el sobrepastoreo o la mala gestión de los recursos hídricos. España es uno de los países de Europa más vulnerables a la desertificación, con casi tres cuartas partes del territorio con tierras áridas susceptibles de ser afectadas por este proceso, de las cuales un 20% ya están degradadas y han perdido su capacidad productiva.

En 2023 la falta de lluvias y la sequía está siendo uno de los temas candentes en telediarios y prensa. Por eso, los colegios Naturaliza nos unimos para tomar conciencia de esta problemática, investigar cómo la sequía contribuye a la desertificación en las diferentes regiones de España y realizar un inventario común, el Observatorio Escolar de la Sequía, con las evidencias o consecuencias de la sequía detectadas por el alumnado.

Entre las evidencias que han identificado en sus observaciones e investigaciones destacan el estado de la vegetación y el suelo de parques, jardines y espacios naturales, el escaso caudal de los ríos y el bajo nivel de los embalses, la destrucción causada por incendios que se han producido antes de la llegada del verano o los cambios en el paisaje producidos por la falta de agua.

La investigación realizada por el alumnado de 6º de Educación primaria del Colegio Beaterio Santísima Trinidad de Sevilla recoge el estado de los embalses de Melonares entre los municipios de Castilblanco de los Arroyos y El Pedroso, y el embalse de Cala, en El Ronquillo, ambos en la provincia de Sevilla, muy por debajo de su capacidad.

Conscientes de que las últimas lluvias no han sido suficientes apuntan como posibles consecuencias la restricción de agua para determinados usos como el llenado de piscinas o incluso, si la situación no mejora, posibles restricciones para el consumo, limitándose por ejemplo a 8 horas al día durante en determinados períodos de tiempo.

Añaden, además, el aumento del riesgo de incendios como consecuencia de la sequía y aportan algunas fotografías en las que se evidencian los efectos de la falta de lluvia en el suelo.

Los incendios también son recogidos en la investigación del Colegio La Milagrosa de Oviedo, en la que se hace referencia a los acaecidos durante el mes de marzo en el Monte Naranco. Identifican que la falta de lluvias durante la primavera provocó la sequedad del suelo e hizo posible la proliferación de estos incendios. En su investigación también se centraron en la observación del estado de los parques y jardines de la ciudad. Evidencian que estos espacios están secos y amarillos, una situación poco habitual en la ciudad, puesto que las lluvias solían mantenerlos verdes prácticamente todo el año. El aumento de las temperaturas y la sequía está haciendo necesario usar el riego automático para su mantenimiento, un aporte que antes únicamente se precisaba en esta zona, durante el mes de agosto.

En el Colegio Gonzalo de Berceo de Valladolid, el alumnado de tercero de primaria también ha observado estos efectos en su entorno. En el Parque Ribera de Castilla, en varias plazas de la ciudad y en algunos entornos naturales como el Monte Cabezón de Pisuerga o el Canal del río Esgueva, han observado vegetación seca y suelos resquebrajados por la falta de agua. Consideran que esta situación tendrá consecuencias sobre los ecosistemas y que entre todos tenemos que cambiar nuestros hábitos de consumo para proteger el agua disponible. Por su parte, el alumnado de 5º de primaria ha recopilado diferentes noticias acerca de la falta de lluvias en la región y cómo está afectando al estado de los embalses.

El alumnado del CEIP Elvira Lindo Garrido de Arroyo de la Encomienda (Valladolid) ha debatido sobre las consecuencias de la sequía en nuestras vidas a partir de la visualización de un reportaje del investigador del CSIC Fernando Valladares.

El alumnado del CEIP Conde de Campillos de Cehegín (Murcia) manifiesta su preocupación por los efectos del cambio climático y tiene claro que es necesario actuar para frenar esta situación. Consideran que uno de los problemas derivados del cambio climático que más afecta a su entorno es la sequía e indican la preocupante situación de los afluentes Quitar y Argos que atraviesan su municipio, al borde del desastre ecológico.

En el Colegio Público Gerónimo Belda de Cieza (Murcia) también han investigado sobre sus espacios naturales (el Río Muerto, el Gorgotón, el Barranco de la Higuera…) que han sufrido importantes transformaciones a lo largo de los últimos años derivadas de la sequía.

La falta de lluvias afectó también a una de las excursiones que tenían previsto realizar esta primavera, un paseo en barco solar por el río Segura, que tuvieron que cancelar debido a su bajo caudal. Y han decidido no realizar su tradicional fiesta del agua de fin de curso que, concienciados del problema de la falta de agua, se ha transformado en una fiesta de juegos sin agua para no malgastar este preciado recurso.

Poner freno a la desertificación es vital para combatir la emergencia climática. La aplicación de medidas de ahorro en el consumo de agua, la restauración de los terrenos ya degradados y realizar una gestión sostenible de suelos que evite su sobreexplotación, la deforestación incontrolada o un uso inadecuado, son ideas que proponen los y las escolares para evitar la degradación y pérdida de suelo fértil.

¡Gracias a los centros que habéis participado por vuestras interesantes investigaciones!