Que el alumnado aprenda que el equilibrio ecológico es fundamental para la supervivencia del planeta, así como que los humanos debemos responsabilizarnos y ser parte activa de la solución a los problemas ambientales que nos acechan, son dos propósitos a resaltar por el Día Mundial de la Educación Ambiental, el 26 de enero. Este día se reivindica la importancia de enseñar el cuidado del medioambiente, tanto desde una perspectiva puramente ambiental como social.
Los seres humanos convivimos con otros seres y especies que habitan este planeta y debemos tomar conciencia de nuestro papel y trabajar por recuperar y mantener el equilibrio ecológico. Es también nuestra responsabilidad. ¿Cómo lo podemos hacer? Es mucho más sencillo de lo que parece, a nivel individual con acciones simples, como no malgastar recursos indispensables como el agua, mantener nuestro entorno limpio de basura, respetar las plantas y animales, apostar por la reducción, reutilización y el reciclaje de materiales, o utilizar lo menos posible aquellos transportes que contaminen.
Construir esperanza como llamada a la acción es fundamental desde la infancia para crear conciencia ambiental en los más pequeños. Cuando los niños y niñas tienen una relación positiva con la naturaleza tienden a querer conservarla a medida que crecen, desarrollando un mayor conocimiento medioambiental y emprendiendo acciones, tanto individuales como colectivas, para ser más sostenibles en su día a día.