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Contaminación auditiva: ¿cómo huir del ruido?

contaminación auditiva

Someterse a constantes y largos periodos de ruido conlleva graves consecuencias para la salud: desde un largo espectro de problemas auditivos hasta dificultades en el desarrollo psicológico, físico y pedagógico. En el marco que nos ofrece el Día de la Concienciación del Ruido, abordamos de qué se trata este fenómeno, cuáles son sus consecuencias y cómo podemos prevenirlas en el aula.

Frenéticas bocinas en interminables ríos de coches dentro de un atasco; motos que se escuchan a kilómetros; los taladros machacantes de una construcción; música a todo volumen: a la vuelta de la esquina, todo puede ser ruido, ruido y más ruido. Las grandes ciudades son el epicentro de la estridencia y de la contaminación auditiva. Lugares donde la paz, el descanso y el silencio pueden estar constantemente amenazados.

El sometimiento a largos periodos de ruido causa estragos en la salud: así lo demuestran los estudios que lo asocian a la falta de descanso, al estrés y a la ansiedad. También hablamos de problemas respiratorios y cardíacos, además de, por supuesto, daños auditivos. Incluso el aprendizaje resulta afectado de la misma manera: el ruido en las aulas puede rebasar fácilmente el nivel óptimo de tolerancia al ruido, con consecuencias que pueden ir desde la falta de atención hasta problemas en el desarrollo físico y psicológico del alumnado. ¿Y vosotros, habéis notado alguna vez los efectos del ruido?

¿Qué es la contaminación auditiva?

Se trata del exceso de sonidos en volúmenes exagerados que alteran nocivamente las condiciones naturales de un hábitat. Es un fenómeno causado por actividades humanas como ocurre con el transporte, la construcción o la saturación de un sitio con demasiada gente y música.

Más de la mitad de los europeos que habitamos en las grandes ciudades estamos expuestos a ruidos que rebasan el umbral de la salud

Según los datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA), más del 50% de los europeos que habitamos en las grandes ciudades estamos expuestos (durante la mañana, la tarde y la noche) a ruidos urbanos que rebasan el umbral de la salud. Este fenómeno es el causante de más 12.000 muertes prematuras al año en Europa, así como de más de 48.000 casos de enfermedades cardíacas. Este también es el motivo por el que 22 millones de personas padecen molestias crónicas, como puede ser el caso del insomnio.

Los ejemplos pueden ayudar a indicarnos los distintos niveles de ruidos a los que estamos expuestos: el despegue de un avión alcanza los 150 decibelios, mientras que los gritos, risas y sonidos dentro de un bar rebasan los fácilmente los 70 u 80. Una aspiradora en funcionamiento, por ejemplo, puede llegar a situarse entre los 90 o 100 decibelios. Ninguno llega al nivel óptimo fijado por la OMS: 55 decibelios es lo que constituye el máximo tolerable.

Shhh: bajemos el volumen

Cuando uno se pregunta, “¿por qué un niño o una niña no atiende en clase y se distrae?” o “¿por qué es incapaz de realizar correctamente una tarea sencilla, o tiene dificultades que quizás en otro contexto no tendría?”, la respuesta puede estar en el excesivo ruido en un aula.

Hay investigaciones que demuestran que el 30% del fracaso escolar está relacionado con la falta de inteligibilidad en el aula

Una investigación al respecto elaborada por la Generalitat de Catalunya reveló que la contaminación auditiva favorece el fracaso escolar, y que más de un tercio de las escuelas catalanas –principalmente en Barcelona– presentan niveles de ruido superiores a los 65 decibelios. No es el único estudio al respecto: en Estados Unidos hay trabajos que demuestran que el 30% del fracaso escolar está relacionado con la falta de inteligibilidad en el aula.

¿Cómo prevenirlo?

Lo primero es ser conscientes del problema. Más allá de las acciones individuales –como no gritar o escuchar música en el móvil con cascos–, hay escuelas que ya están implementando dispositivos acústicos dentro de las aulas que sirven no solo para evitar la concentración de ruido, sino para mejorar la calidad acústica. Esto cuenta con múltiples ventajas, siendo la más obvia de ellas que todo el alumnado puedan escuchar al profesor al mismo volumen independientemente del lugar en el que se encuentren situados en el aula.

Desde la Sociedad Española de Acústica se promueven los debates en las redes sociales con el objetivo de reflexionar sobre ese grave problema que aún está presente en las ciudades, las aulas y los centros de ocio. Para mejorar la calidad del aprendizaje en espacios libres de ruido, la asociación también ha lanzado varias campañas dirigidas a escuelas primarias, secundarias y de bachillerato. ¿Qué hay de vuestra escuela? Es más, ¿qué haríais vosotros para que vuestra escuela, vuestra casa y vuestra ciudad fueran espacios libres de ruidos?

Texto: Mauricio Hernández