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Sorpresas que nos trae el clima

sorpresas del clima

Hemos tratado varias veces en el aula las consecuencias del calentamiento global, y cómo este fenómeno está provocando variaciones en el clima que de manera natural no se producirían. En los pocos meses que hemos cumplido de 2022 hemos experimentado perturbaciones climáticas como tormentas torrenciales seguidas de prolongadas sequías, o el reciente episodio de calima sahariana. Esto es lo que significa el cambio climático.

El cambio climático está sobre nosotros y la humanidad está lejos de estar preparada”. Esta fue la advertencia lanzada por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) el pasado mes de febrero en un informe que señalaba los drásticos cambios a los que se verá sometida la humanidad si el calentamiento global continua. ¿Qué nos deparan las sorpresas del clima?

La realidad es que no hace falta mirar a un futuro relativamente lejano. Nuestro país ha vivido estas semanas una acusada sequía, detrás de la cual, según los expertos, podría estar la Niña, un fenómeno natural que propicia un enfriamiento anómalo del Pacífico oriental cercano a la costa sudamericana. Según los últimos datos del Centro de Predicción del Clima de la NOAA, la agencia meteorológica de Estados Unidos, hay una probabilidad del 77% de que las condiciones de La Niña en el hemisferio norte puedan persistir durante los meses de marzo-mayo 2022.

Impactante sorpresa fue también el episodio de calima sahariana procedente del norte de África que cubrió con una capa de polvo rojo la península ibérica y las Baleares. Es cierto que resulta un fenómeno molesto, ya que aparte de reducir la visibilidad tiene efectos negativos sobre la salud, al empeorar la calidad del aire que respiramos, pero la calima tiene también efectos positivos sobre el medio ambiente. Está formada por compuestos químicos naturales (cuarzo, arcilla, carbonato cálcico, feldespatos, óxidos de hierro, fosfato, óxido de titanio y, a veces, sal procedente de lagos interiores africanos) que sirven de fertilizantes para el campo, ya que nutren el suelo, generan crecimientos masivos de plancton en el mar (que servirá de comida para los peces favoreciendo los ecosistemas marinos) y además la capa de polvo protege de la radiación solar.

“Existe una relación entre el cambio climático y los fenómenos de lluvias y sequías extremas”

No es seguro, sin embargo, que vaya a ser un fenómeno frecuente. Aunque no existen estudios acreditados que relacionen el cambio climático con un aumento de los episodios de tormentas de arena en territorio europeo, los expertos sí que coinciden en señalar que el desierto del Sáhara, que es la fuente de este polvo de la calima, ha aumentado su extensión alrededor de un 10% en los últimos 100 años. Debido al cambio climático y el aumento de temperaturas que conlleva, la aridez está aumentando y los desiertos ocupan cada vez más superficie terrestre, lo que supone más partículas de polvo en el aire.

La tan esperada lluvia también ha cambiado sus patrones de comportamiento, y cada vez es más frecuente que aparezca en forma de tormentas extremas. Esto no es casual: existe una relación entre el cambio climático y las lluvias extremas. Así lo advierte el ya mencionado informe del IPCC, que insiste en que los cambios en la temperatura del planeta son los responsables de estos problemas ambientales. ¿Cómo? La respuesta está en el ciclo del agua: aunque depende de varios factores, las altas temperaturas incrementan la evaporación en el planeta, aumentando la posibilidad de que llueva más; así, los ritmos del ciclo se vuelven cada vez más intensos hasta llegar a la pérdida de un frágil equilibrio natural.

“La calima es un fenómeno molesto pero también tiene importantes efectos positivos sobre el medio ambiente”

Como resultado de este proceso, las zonas más húmedas quedan expuestas a una mayor intensidad de precipitaciones, mientras que los territorios ya de por sí secos se enfrentan a una escasez de agua cada vez mayor; es decir, las características se exacerban. Según los últimos estudios, es probable que las precipitaciones extremas diarias se intensifiquen en un 7% por cada grado que aumente la temperatura global. ¿Existe alguna forma de predecir estas catástrofes para evitarlas o, al menos, intentar que provoquen el menor daño posible?

En este reto, la tecnología es la mayor aliada. Muchos expertos están trabajando para dar con el modelo matemático capaz de analizar los datos históricos de lluvia para predecir las inundaciones incluso en aquellas zonas con datos limitados. Gracias a la inteligencia artificial, Google presentó a finales del año pasado una nueva herramienta –basada en sus imágenes obtenidas de satélites y drones– que podía avisar con hasta dos días antes de una inundación. Según la compañía, pronto podrá anticiparse a cinco días. ¿De qué otras formas creéis que nos podrá ayudar la tecnología en un futuro?

“Aunque prometedora, la tecnología de predicción puede ayudar a afrontar los fenómenos meteorológicos extremos”

No obstante, aunque prometedora, la tecnología de predicción todavía tiene camino por recorrer. Por eso, los esfuerzos deben centrarse también en dar con medidas eficientes a la hora de evitar las tragedias climáticas.

Las sequías, el riesgo de precipitaciones intensas y esporádicas que causan inundaciones puntuales o determinados fenómenos climatológicos excepcionales como la calima, son cada vez más frecuentes, lo que aumenta la importancia de combinar la tecnología y las medidas de prevención para evitar graves desastres ambientales.

En la sesión doble de 50′ Cambia el cambio reflexionamos sobre cómo las actividades humanas tienen efecto en el clima, tanto a nivel local como a nivel global. ¡Consúltala!

Texto: Cristina Suárez