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10 nombres para que tus alumnos pongan cara a la defensa del medioambiente

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Como cada año, el próximo 17 de julio se celebra en España el Día del Defensor del Medioambiente para rendir homenaje a todas aquellas personas que alzan su voz para proteger y cuidar nuestro planeta. Estos son solo algunas figuras clave en esta ardua tarea que se acaba convirtiendo en una forma de vida.

Hace ya quince años, once trabajadores forestales perdieron la vida mientras luchaban contra un incendio desatado en el Ducado de Medinaceli en Guadalajara. Un año después, las Cortes de Castilla-La Mancha les homenajeaban aprobando en un pleno extraordinario una ley muy especial: desde entonces, cada 17 de julio se celebraría el Día del Defensor del Medioambiente.

Aquellos bomberos manchegos dieron su vida por defender la naturaleza, pero no son los únicos: en los últimos 15 años, según la organización Global Witness, las muertes de personas dedicadas al activismo ambiental se han duplicado en el mundo. La lucha y defensa del medioambiente es imprescindible para construir ese futuro sostenible al que el planeta aspira, pero no está exenta de peligros –tanto aquellos derivados del desempeño del trabajo en sí, como en el caso de los bomberos, como las presiones y amenazas que reciben muchos, especialmente en Latinoamérica por defender sus tierras.

Los defensores locales tienen en sus manos la capacidad de movilizar y sensibilizar a sus comunidades para, juntos, llegar a cambiar el mundo. Hoy recopilamos diez nombres de personas de diferentes lugares que nos inspiran a seguir sus pasos como defensores de la Tierra para trabajar en el aula y poner rostro y acciones concretas a la batalla para frenar la crisis climática.

Wangari Maathai (Kenia, 1949-2011)

Ganadora del Nobel de la Paz en 2004, fue la primera mujer africana en recibir el prestigioso galardón y, también, la primera en el este y el centro del continente en conseguir un doctorado. Bióloga de carrera y profesora universitaria de Anatomía Veterinaria, fue un referente internacional por su lucha por la democracia, los derechos humanos y la conservación medioambiental. En más de una ocasión se dirigió a la Asamblea General de Naciones Unidas para abrir los ojos de la comunidad internacional ante la discriminación que sufren las mujeres, pero también ante la degradación de nuestro planeta. Maathai fundó el Green Belt Movement en 1977 como respuesta a un llamamiento de las mujeres rurales de Kenia que veían cómo sus ríos y fuentes de agua se secaban lentamente sin poder hacer nada. Así surgió una organización que empodera a las comunidades locales, especialmente a las mujeres, y les ofrece herramientas para mejorar su calidad de vida a través de la conservación del medioambiente.

Sebatião Salgado (Brasil, 1944)

El fotógrafo brasileño prácticamente no necesita presentación: es una de esas leyendas vivas de la imagen documental. Con su lente, ha retratado durante más de 40 años el mundo que nos rodea. Salgado ha sabido capturar las mayores bellezas naturales del planeta, pero también las terribles atrocidades cometidas por el ser humano. A través de su obra podemos viajar a más de 100 países y descubrir otras realidades que, en palabras del propio autor, nos hacen darnos cuenta de que, no importa si estamos en medio de la Amazonía o en el Sahel, «solo hay una raza humana, porque más allá de las diferencias de color, de lenguaje, de cultura y posibilidades, los sentimientos y reacciones de cada individuo son idénticos».

 

Boyan Slat (Países Bajos, 1994)

Este emprendedor e inventor neerlandés creó, con tan solo 18 años, el proyecto  The Ocean Cleanup, una organización sin ánimo de lucro que desarrolla tecnología innovadora para eliminar el plástico de los océanos. Su iniciativa se basa en utilizar las fuerzas naturales de las mareas para atrapar y concentrar el plástico que inunda los océanos. De esta manera, el tiempo teórico que se dice tardarían los mares en limpiarse por sí solos se reduce de milenios a pocos años. Tras 4 años de investigación, expediciones de reconocimiento y experimentos, en septiembre de 2008 Slat, junto a su equipo, lanzó el primer sistema de limpieza oceánica del mundo desde San Francisco para instalarlo en la gran isla de basura del Pacífico. Todo ello, ha llevado a que este joven sea la persona de menor edad cuyo trabajo para salvar el medioambiente haya sido reconocido por Naciones Unidas.

 

Gerardo del Villar (México, 1972)

Este fotógrafo, buzo y explorador oceánico reivindica que su propósito es «generar salud y bienestar en todos los que habitamos este planeta». Del Villar recorre el mundo captando la belleza de los océanos con su cámara y sensibilizando de la importancia de cuidar de la fauna marina. Una manera perfecta de acercarnos a los secretos que esconden las profundidades de los mares  es su canal de YouTube en el que no solo nos muestra sus hallazgos como buzo, sino que nos transmite la importancia de educar para la conservación.

 

Berta Cáceres (Honduras, 1971-2016)

Según  Global Witness, Honduras es el país más peligroso del mundo para los activistas medioambientales y los defensores de derechos humanos. Desde 2010 son más de 120 los ecologistas asesinados por alzar su voz contra la construcción de presas, de la minería, la deforestación o la agricultura intensiva en tierra, casi siempre, indígena. Precisamente fue la lucha por proteger a la madre Tierra y a los indígenas Lencas la que se cobró la vida de Berta Cáceres. La directora general del Consejo Cívico de Organizaciones Indígenas Populares (COPINH) fue asesinada en su casa, en plena noche. Siete hombres enviados por una compañía eléctrica le arrebataron la vida por intentar frenar la construcción de una represa en territorio de la tribu indígena a la que pertenecía.

 

Manu San Félix (España, 1964)

Biólogo marino y explorador de National Geographic, San Félix es uno de los mayores defensores de los océanos –y, en especial, del mar Mediterráneo– de nuestro país. Dedica su vida a la investigación y el cuidado de la naturaleza y, como él mismo asegura, intenta desarrollar siempre proyectos que aúnen sus tres pasiones: la biología marina, la imagen submarina y el submarinismo. Uno de sus mayores logros, en los últimos años, ha sido la creación de  una aplicación que ayuda a los barcos a utilizar sus anclas de manera más responsable. Así, ha conseguido que reduzcan su impacto en los campos de posidonia, una planta autóctona del Mare Nostrum de más de cien mil años que podría extinguirse en poco menos de una década si no se cuida.

 

Vandana Shiva (India, 1952)

Esta doctora en Física y ecofeminista india es un referente mundial en activismo medioambiental y social. Aboga por la justicia agroalimetaria y por un ecologismo conectado con los saberes ancestrales que guarda la naturaleza. Desde niña, Shiva siempre ha estado en contacto con el entorno natural y, por eso, creó a finales de los años 70 la Fundación para la Investigación Científica, Tecnológica y Ecológica. La fundación vio nacer su programa Navdanya, que busca apoyar a agricultores locales de la India y rescatar y conservar semillas autóctonas en peligro de desaparición. Con el trabajo de Shiva podemos introducir en el aula la importancia de la agricultura extensiva, local y de cercanía.

 

Yann Arthus Bertrand (Francia, 1946)

Activista, cineasta, divulgador científico y fotógrafo, Bertrand no puede faltar en cualquier listado de defensores del medioambiente: lleva toda una vida visibilizando los peligros a los que se enfrenta la naturaleza. Como una extensión de su trabajo visual, en 2005 creó la fundación GoodPlanet. Con ella, intenta motivar a las personas a dar un paso adelante y tomar el control de sus propias acciones para que tengan en cuenta el bienestar del planeta y todos sus habitantes en sus decisiones diarias. GoodPlanet pone en el centro del discurso el humanismo y el ecologismo para, así, realizar proyectos medioambientales solidarios sobre el terreno, sensibilizar y educar sobre desarrollo sostenible, y ayudar a compañías e instituciones a implementar la sostenibilidad como piedra angular de su trabajo.

 

Naomi Klein (Canadá, 1970)

La periodista, escritora y activista canadiense es conocida en todos los rincones del mundo por su crítica voraz a la globalización y sus consecuencias, y pone el foco en la emergencia climática. Klein es autora de varios libros como La doctrina del shock (Planeta, 2012), Esto lo cambia todo (Paidós, 2015) o La batalla por el paraíso (Paidós, 2019); en estos dos últimos, al igual que en su vida, sus artículos periodísticos y sus redes sociales, hace un alegato sobre la necesidad de que nos replanteemos nuestra forma de consumir y relacionarnos con el planeta. Además, la canadiense reclama que se repiense el sistema económico mundial y rehagan nuestros sistemas políticos para construir, de verdad, un futuro lo más alejado posible del cambio climático.

 

Leonardo DiCaprio (EE.UU., 1974)

Su papel en El renacido le valió un Oscar al mejor actor en 2016. Con su discurso de aceptación dejó claro que, a partir de ese momento, utilizaría su altavoz para luchar por la protección del planeta. Sus palabras aún no han dejado de resonar en las mentes de toda una generación: «El cambio climático es real, está ocurriendo ahora mismo, es la amenaza más urgente a la que se ha de enfrentar nuestra especie. Necesitamos trabajar juntos y dejar de procrastinar». A partir de ese momento, DiCaprio dejó de ser solo una estrella de Hollywood para convertirse en un verdadero defensor del medioambiente, y así lo demuestran sus documentales Before the Flood (Antes que sea tarde) (2016), dirigido por Fisher Stevens y producido por National Geographic, o Hielo en llamas (2019), dirigido por Leila Conners y producido por HBO. En ambos, DiCaprio se adentra en el mundo del cambio climático y las consecuencias de la pérdida de biodiversidad sobre nuestro planeta.

DiCaprio, al igual que el resto de nombres de esta lista, demuestra que la lucha medioambiental no entiende de edad, de país, de época ni de profesión. Los más pequeños tienen en ellos, y en otros cientos de personajes públicos y personas anónimas, un referente al que estudiar, seguir y emular. Porque, si –como se repite una y otra vez en las manifestaciones por el clima– nuestro planeta está en llamas, qué mejor manera que ayudarle y protegerle convirtiéndonos en activistas medioambientales.