Debemos ser conscientes del impacto que causamos en los lugares que visitamos y comportarnos de forma responsable para llevar a cabo un turismo sostenible
El sector del turismo, tiene un peso fundamental en la economía de muchos países y genera muchos ingresos y puestos de trabajo. Año tras año, este sector crece y aporta más beneficios económicos. Según de datos de la Organización Mundial de Turismo, en el año 2030 se realizarán 1.800 millones de viajes internacionales por motivos de ocio, frente a los 1.200 millones que hubo en 2016.
Sin embargo, no todo son beneficios, ya determinadas formas de turismo también provocan un impacto ambiental y social fuerte, causando efectos negativos como la contaminación, la erosión, el abandono de la población local ante la llegada de los turistas, entre otros.
Por ello, cada vez está cobrando más fuerza e importancia el turismo responsable y sostenible.
Cada vez es más importante el turismo responsable y sostenible
El turismo también tiene sus peligros
Algunas zonas, ciudades y espacios están sufriendo un desarrollo turístico masivo, donde muchas personas se concentran en un espacio muy hiperlocalizado, afectando a sus ecosistemas e infraestructuras.
A continuación, vamos a ver algunos ejemplos de los peligros del turismo:
Praderas de Posidonia, Islas Baleares. Este territorio cuenta con la mayor extensión de una planta acuática llamada Posidonia oceánica, su principal importancia ecológica reside en que es una fuente principal de producción de oxígeno. Desde hace años la extensión de esta planta está sufriendo una regresión importante, debido sobre todo a las anclas y cadenas que utilizan los barcos y cruceros de turistas, que barren el fondo marino destruyendo el patrimonio natural. Por ello, se ha prohibido el fondeo en los lugares donde crece la posidonia.
Playa de Las Catedrales, Galicia es otro destino turístico considerado como una de las playas más bonitas de Europa, ha sido una fuente continua deturismo debido al conjunto de arcos de roca que se encuentran en ella, que han sido esculpidos por la fuerza del mar. Debido a la afluencia masiva de turistas que ponen en peligro su conservación y preservación, se ha establecido un límite de visitantes diario en las épocas de mayor afluencia: de julio a septiembre y en Semana Santa.
Parque Nacional de Doñana, Andalucía. Este espacio cuenta con una gran concentración de especies vegetales y animales con un valor ecológico incalculable, conviviendo distintos ecosistemas como la marisma, los cotos, la vera, las dunas y las playas. La masiva afluencia de turistas ha causado un impacto negativo en este espacio natural, por lo que a día de hoy la parte considerada Parque Nacional tiene el acceso restringido a los visitantes, sólo se puede acceder mediante visitas organizadas.
Venecia, Italia. Es una de las ciudades que mejor ilustra los peligros del turismo. Recibe unos 30 millones de turistas al año, de los cuales un alto número llegan en cruceros. Sólo un crucero contamina lo mismo que 5 millones de coches y el aceite que utiliza en sus motores puede contener alrededor de 3.500 veces más de azufre que un coche.
Isla de Komodo, Indonesia. El dragón de komodo es una especie animal que no existe en ninguna otra parte del mundo. El turismo masivo ha modificado el hábitat de este animal, poniendo en peligro su supervivencia, pero además en el mes de marzo de 2017 se robaron 41 especies para venderlas en el mercado negro. Durante todo el año 2020 la isla permanecerá cerrada al turismo para intentar devolverle su equilibrio natural.
Playa de Maya Bay, Tailandia. Tras hacerse famosa por rodarse aquí la famosa película La Playa, protagonizada por Leonardo Dicaprio, el turismo masivo ha hecho que se hayan perdido la mayor parte de sus arrecifes de coral y su fauna. Ha tenido que ser cerrado el acceso al público para poder realizar labores de recuperación del ecosistema.
Machu Picchu, Perú. Este templo de los dioses Incas es el lugar más visitado de América del Sur. El turismo masivo ha deteriorado tanto el lugar que se han tenido que imponer una regulación estricta, cobrando el acceso y limitar el número de personas que lo pueden visitar cada día.
¿Qué es el turismo sostenible?
Parece claro que es necesario promover el desarrollo sostenible del turismo para que seamos más respetuoso con los lugares y espacios naturales y que permita a los turistas visitarlos sin ponerlos en riesgo.
Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), el turismo sostenible es “El turismo que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas”.
Los tres pilares del turismo sostenible
Usar los recursos ambientales de manera óptima, que permita que los procesos ecológicos esenciales se mantengan y que se conserven los recursos naturales y la diversidad biológica.
Respetar los aspectos socioculturales de las personas y comunidades que habiten los espacios y conservar sus valores tradicionales.
Asegurar que las actividades económicas que se realicen sean viables a largo plazo y resulten beneficiosas para todos los participantes.
Aunque el concepto de desarrollo sostenible nació en 1980 gracias a la Unión Internacional sobre la Conservación de la Naturaleza, hasta 1992 no hubo un movimiento mundial que abogase por un turismo sostenible. Este movimiento se vio impulsado gracias a la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, que empieza a buscar vías para integrar el desarrollo sostenible en el turismo.
Para concienciar a la población en general, a los agentes privados y a los responsables públicos de los países el año 2017 fue declarado por las Naciones Unidas como el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo.
Beneficios del turismo sostenible
Tiene un mínimo impacto ambiental por lo que no afecta al cambio climático.
Respecto a las comunidades locales y su identidad sociocultural.
Genera empleo local y el aumento de empresas locales, destinándose el beneficio económico a la conservación o al desarrollo local.
Favorece el consumo responsable y el respeto al medioambiente.
Reactiva las zonas rurales y el consumo de productos autóctonos y naturales.
Decálogo del turista sostenible
¿Quieres ser unaturista sostenible? A continuación, te ofrecemos una serie de consejos para practicar un turismo sostenible y responsable:
Utiliza el tren para desplazarte siempre que sea posible, o la bicicleta para distancias más cortas y excursiones. Si es necesario utilizar el coche, utilízalo siempre en grupo.
Realiza actividades turísticas relacionadas con el medio ambiente o que promuevan su conservación, además de que sean respetuosa con la cultural y las tradiciones de los habitantes de ese lugar.
Elige alojamientos que utilicen energías renovables y que utilicen responsablemente el agua y hagan una gestión adecuada de los residuos.
Consume los productos locales y naturales de la zona para apoyar el desarrollo y la economía local.
No generes residuos o recógelos, y no olvides seguir reciclando, aunque sean vacaciones.
Haz un consumo responsable del agua y la energía.
Respeta la flora y la fauna, evitando dañarla o recogiendo piedras o conchas como recuerdos.
Respeta la arquitectura y el mobiliario.
El camino del reciclaje
Si tienes planeado hacer el Camino de Santiago este año, te animamos a sumarte al “Camino del reciclaje” para convertirte en un verdadero ecoperegrino, una buena forma de practicar el turismo sostenible.