Última hora ambiental

Qué es el biochar: propiedades, usos y beneficios

El biochar es un carbón vegetal (biocarbón) que no se quema, como el carbón convencional, sino que se aplica al suelo para hacerlo más fértil y capturar carbono de manera sostenible.

¿Qué es el biochar?

El biochar es un material sólido y rico en carbono que se obtiene al procesar restos orgánicos como madera, cáscaras de frutas o residuos agrícolas. Aunque puede sonar técnico, en realidad es un recurso que mezcla ciencia moderna con prácticas ancestrales. A diferencia del carbón común, que solemos usar para generar calor o energía, el biochar está pensado para mejorar los suelos y cuidar el medioambiente. ¿Cómo lo hace? Su estructura especial ayuda a que el suelo retenga agua y nutrientes, creando un entorno más fértil para las plantas. Además, tiene un superpoder: atrapa carbono y evita que este termine en la atmósfera, ayudando así a combatir el cambio climático.

Aunque parece una innovación reciente, en realidad el uso del biochar tiene raíces muy antiguas. Hace más de 2.500 años, las comunidades indígenas de la Amazonía ya lo empleaban para crear un tipo de suelo increíblemente fértil que llamaban terra preta o «tierra negra». Este conocimiento quedó olvidado por mucho tiempo, pero, en los años 50, un investigador llamado Wim Sombroek lo «redescubrió». Su trabajo inspiró el interés por el biochar como una herramienta para enfrentar desafíos actuales como la crisis climática y la degradación de los suelos.

¿Cómo se produce el biochar?

El biochar no se encuentra en la naturaleza; se fabrica a través de un proceso llamado pirólisis. Básicamente, consiste en calentar biomasa (restos orgánicos como madera o cáscaras) a temperaturas muy altas, entre 300 °C y 700 °C, pero con muy poco oxígeno. Este detalle es clave, porque evita que el material se queme por completo, como ocurre en una fogata, y lo transforma en un carbón muy estable. Además este proceso también evita la emisión de gases como el dióxido de carbono (CO₂), que contribuyen al calentamiento global. Es un método que convierte residuos en algo útil y amigable con el planeta.

Diferencias entre biochar y carbón tradicional

Aunque el biochar y el carbón común parecen similares (al fin y al cabo, ambos son negros y carbonizados), en realidad tienen propósitos muy diferentes. El carbón tradicional se quema para generar calor y energía, pero también libera grandes cantidades de CO₂ al aire. En cambio, el biochar o biocarbón,  no se quema. Su misión es mejorar el suelo y almacenar carbono de manera segura. Mezclado con la tierra, ayuda a retener agua, nutrientes y crea un ambiente ideal para los microorganismos que hacen que el suelo sea más productivo. Es una herramienta agrícola.

Hace 2.500 años los indígenas de la Amazonía ya usaban el biochar en su «tierra negra»

Aplicaciones del biochar en la agricultura

El biochar tiene muchas aplicaciones interesantes, sobre todo en agricultura. Su estructura porosa y su contenido en carbono lo convierten en un aliado ideal para hacer los suelos más saludables y productivos. Entre sus principales beneficios están:

Secuestro de carbono

Actúa como un «almacén de carbono», atrapando el CO₂ que las plantas absorben durante su crecimiento y evitando que regrese a la atmósfera. Este proceso reduce los niveles de gases de efecto invernadero.

Mejorabilidad del suelo

Mejora el suelo reteniendo nutrientes importantes como el nitrógeno y el fósforo, que podrían perderse con la lluvia. Además, su estructura llena de poros crea un espacio ideal para que se instalen los microorganismos, ayudando a que el suelo sea más saludable y productivo para las plantas.

Permite conservar el agua

En lugares secos es muy útil porque retiene la humedad, permitiendo que haya más agua disponible para las plantas. También fortalece el suelo, previniendo la erosión y ayudando a los cultivos a resistir mejor los cambios bruscos en el clima.

Todos estos beneficios pueden ser comprobados de primera mano por los alumnos incorporando el uso de biochar en los huertos escolares o incluso visualizando cómo se elabora el biochar, mediante vídeos de Youtube o como parte de un experimento de clase. Otra opción es que aprendan sobre el mundo del carbón en general, incluyendo actividades como la fabricación de carbón, de negro de carbono o grafeno y comparar luego los usos y propiedades de estos con los del biochar.

Beneficios del biochar para el medioambiente

Más allá de la agricultura, el biochar tiene un papel importante en la protección del medioambiente. Por ejemplo:

Gestión de residuos orgánicos

Transformar residuos en biochar es una forma eficiente de darles un segundo uso. En lugar de terminar en un vertedero generando gases dañinos como el metano, restos como cáscaras o ramas se convierten en un producto útil para el suelo.

Lucha contra el cambio climático

El biochar captura carbono de manera duradera. Al mezclarse con el suelo, este carbono puede quedar almacenado durante cientos o incluso miles de años, ayudando a reducir los niveles de CO₂ en el aire. Según algunas investigaciones, el biochar podría capturar hasta 1 gigatonelada de CO₂ al año, una cifra impresionante.

Filtración de contaminantes

Su estructura porosa también le permite absorber contaminantes, funcionando como una esponja que limpia agua y aire. Esto lo hace especialmente útil en zonas industriales o muy contaminadas.

El biochar funciona como una esponja que absorbe contaminantes y toxinas, ayudando a purificar el agua y el aire y haciendo la tierra más fértil

Posibles desventajas o limitaciones del biochar

Aunque el biochar ofrece muchos beneficios, también enfrenta algunos desafíos que deben ser resueltos para aprovechar todo su potencial. Uno de los principales es su producción. Para fabricarlo, se necesitan temperaturas muy altas, lo que requiere mucha energía. Si esta energía proviene de fuentes no renovables, como combustibles fósiles, se corre el riesgo de contradecir su propósito ambiental. Por eso, es esencial que su producción se base en energías limpias, como la solar o el biogás, para que sea realmente sostenible.

Otro reto es que no funciona igual en todos los suelos. Su efectividad depende del tipo de terreno y del material usado para fabricarlo. Por ejemplo, el biochar hecho de madera podría tener resultados distintos al producido con restos agrícolas. Esto significa que no es una solución universal y que requiere investigación y ajustes según el contexto.

Finalmente, está el tema del coste. La producción y aplicación inicial del biochar puede ser cara, lo que puede desanimar a quienes buscan soluciones más económicas, especialmente en zonas con menos recursos. Aun así, con más avances tecnológicos, estos obstáculos podrían superarse.

El futuro del biochar: innovación y perspectivas

Aunque prometedor, el biochar enfrenta desafíos. Su producción requiere mucha energía, lo que puede ser problemático si no se usan fuentes renovables. Además, su efectividad varía según el tipo de suelo y biomasa utilizada, lo que dificulta su aplicación universal. A pesar de esto, los avances tecnológicos y las políticas de sostenibilidad podrían impulsar su adopción y convertirlo en una herramienta clave para enfrentar los retos ambientales del futuro. ¡Un verdadero ejemplo de cómo la naturaleza y la tecnología pueden trabajar juntas para un futuro mejor!


Texto: Arantza García

Ilustración: Nicolás Aznárez