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¿Cuáles son los mares más contaminados del mundo?

Colillas, tapas y tapones, latas de bebida, servilletas, envoltorios de chucherías, botellas de plástico, piezas metálicas o toallitas húmedas son algunos de los materiales que se pueden encontrar en el mar hoy en día y que contribuyen a la proliferación de la basuraleza. Su reciclaje y recogida es responsabilidad de todos.

La contaminación de los mares es uno de los problemas principales a los que se enfrenta el ser humano en la actualidad. Según el Foro Económico Mundial, si no actuamos para 2050 los ecosistemas marinos tendrán más plástico que peces. Esta crisis no solo afecta la biodiversidad marina, sino que también pone en riesgo la salud humana y la estabilidad climática del planeta.

La contaminación marina es un fenómeno global que afecta a todos los océanos y mares del mundo. Esta proviene de diversas fuentes, como residuos industriales, plásticos, productos químicos y desechos humanos. La acumulación de estos contaminantes tiene efectos devastadores en los ecosistemas marinos y en la vida que depende de ellos.

Debido a la inmensidad y profundidad de los océanos, parece que los humanos pensamos que podríamos utilizar los mares y los ríos para verter basura y sustancias químicas en cantidades ilimitadas sin que esto tuviera consecuencias importantes. Pero es un gran error.

Importancia de los océanos y mares

Los océanos y mares cubren más del 70% de la superficie de la Tierra y son fundamentales para la vida. No solo regulan el clima y producen oxígeno, sino que también son una fuente crucial de alimentos y recursos.

Albergan aproximadamente el 94% de la biodiversidad del planeta, incluyendo especies que son esenciales para el equilibrio ecológico. Además, absorben una gran cantidad de dióxido de carbono, ayudando a mitigar los efectos del cambio climático. Características que convierten a los oceános en ecosistemas de inmenso valor.

Impacto de la contaminación en los ecosistemas marinos

La contaminación afecta a los ecosistemas marinos de múltiples maneras. Los plásticos y microplásticos son ingeridos por la fauna marina, causándoles bloqueos intestinales y, en muchos casos, la muerte.

Los productos químicos pueden provocar enfermedades y afectar la reproducción de las especies. Además, la contaminación acústica y lumínica altera los comportamientos naturales de los animales marinos y, por lo tanto, afecta al equilibrio de los ecosistemas.

Los océanos albergan más del 90% de la biodiversidad del planeta, incluyendo especies esenciales para el equilibrio ecológico

Tipos de contaminación que afectan a los mares

Desde residuos plásticos hasta sustancias químicas invisibles, los distintos tipos de contaminación marina son el resultado de actividades humanas que impactan directamente sobre el equilibrio natural de los océanos. Cada tipo de contaminación –química, acústica, lumínica y de residuos, entre otras– genera consecuencias devastadoras para la biodiversidad marina y las comunidades costeras que dependen de estos recursos. Estos son los principales tipos de contaminación que afectan a los océanos:

Contaminación química

Esta incluye sustancias como metales pesados, pesticidas y productos farmacéuticos. Estos contaminantes pueden provenir de vertidos industriales, escorrentía agrícola y aguas residuales. Los efectos de la contaminación química son a menudo crónicos y pueden acumularse en la cadena alimentaria. Según un informe de National Geographic, los fertilizantes cargados de nutrientes que se aplican a las tierras de cultivo suelen acabar en los arroyos locales hasta depositarse en estuarios y bahías, desencadenando proliferaciones masivas de algas que roban oxígeno al agua.

Contaminación por plásticos

Un estudio publicado en Science Advance en 2021 reveló que el plástico que inunda los océanos llega a través de más de 1.000 ríos alrededor del mundo, lo que complica las posibles soluciones. Los plásticos son uno de los contaminantes más presentes en los océanos. Desde bolsas y botellas hasta microplásticos invisibles, estos residuos, que en su mayoría han sido abandonados entornos terrestres, tardan cientos de años en descomponerse. La contaminación por plásticos no solo afecta a la fauna marina, sino que también puede liberar sustancias tóxicas por descomposición. Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) califica la actual contaminación del planeta causada por el plástico como una «crisis mundial» y propone que se actúe rápidamente y de forma coordinada para atajar el problema.

Contaminación acústica

La contaminación acústica proviene principalmente de actividades humanas como el tráfico marítimo, la exploración petrolera y las pruebas militares. Distintos estudios han demostrado que el ruido excesivo puede interferir en la comunicación, la navegación y la reproducción de los animales marinos, especialmente los cetáceos.

Contaminación lumínica

La contaminación lumínica es causada por la iluminación artificial en las costas y en alta mar. Alrededor de un 22% de las costas, es decir, una quinta parte de todas las zonas costeras del mundo, sufren los efectos de la contaminación lumínica en los océanos. Esta luz puede desorientar a las especies marinas, afectar sus patrones de migración y alterar sus ciclos de sueño y alimentación.

Principales mares afectados

En distintos lugares del mundo, los mares están experimentando niveles alarmantes de contaminación. Estos son algunos de los más afectados:

Mar Mediterráneo

Sin duda uno de los mares más contaminados del planeta. La alta densidad de población en sus costas y el intenso tráfico marítimo contribuyen a la acumulación de plásticos y productos químicos. Además, la limitada renovación de sus aguas agrava el problema. Como ejemplo, basta mirar los datos del plástico. Un estudio de 2020 de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza revelaba que unas 229.000 toneladas de plástico se vierten al Mar Mediterráneo cada año, el equivalente a más de 500 contenedores de transporte al día. A menos que se tomen medidas significativas, en 2040 esta cifra será el doble.

Mar Caribe

Enfrenta problemas de contaminación por plásticos y productos químicos, principalmente debido al turismo y la actividad industrial. Los arrecifes de coral, vitales para la biodiversidad marina, están particularmente amenazados. Según datos de la Red Mundial de Vigilancia de los Arrecifes Coralinos, organismo dependiente de las Naciones Unidas, de 2009 a 2021 el mundo ha perdido el 14% de sus arrecifes de coral –unos 11.700 kilómetros cuadrados– debido al incremento de las temperaturas de la superficie marina.

Mar de China Oriental

Este mar es una parte del océano Pacífico cerca de China, Japón, Corea del Sur y Taiwán. Está contaminado por plásticos, productos químicos y vertidos de petróleo. La intensa actividad pesquera y el tráfico marítimo en la región contribuyen significativamente a que sus aguas estén cada vez más degradadas.

Mar Amarillo

Ubicado entre China y la península de Corea, está gravemente afectado por la contaminación industrial y agrícola. Los vertidos de productos químicos y nutrientes han provocado la proliferación de algas nocivas, afectando la vida marina.

Océano Pacífico

Este océano alberga la Gran Mancha de Basura del Pacífico, una enorme acumulación de plásticos y otros residuos. Esta zona, situada entre Hawái y California, es un claro ejemplo de la magnitud del problema de los plásticos en los océanos. Sin embargo, para sorpresa de los científicos, también es la demostración de la capacidad de regeneración de la naturaleza: recientemente, un grupo de investigadores que recogía muestras observó una abundante vida marina en medio de los desechos que flotan sobre la superficie del Pacífico. Este hallazgo podría tener implicaciones para las labores de limpieza del océano.

Océano Atlántico

El Atlántico también enfrenta problemas de contaminación, especialmente en áreas cercanas a las costas de América del Norte y Europa. Los plásticos, productos químicos y vertidos de petróleo son las principales fuentes de contaminación.

Los plásticos que contaminan los mares tardan cientos de años en descomponerse

Acciones y soluciones para combatir la contaminación marina

Ante la creciente crisis que supone la contaminación en los mares, es fundamental implementar acciones efectivas a todos los niveles para mitigar el problema. Estas son algunas de las iniciativas y soluciones que se han puesto en marcha en el mundo:

Iniciativas internacionales

En 2015, todos los Estados miembros de las Naciones Unidas establecieron los Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluido el ODS 14 relativo a los océanos, que llama a «gestionar y proteger de manera sostenible los ecosistemas marinos y costeros para evitar efectos adversos significativos, incluso mediante el fortalecimiento de su resiliencia, y adoptar medidas para su recuperación a fin de lograr océanos sanos y productivos», así como el compromiso de luchar contra la contaminación marina y la sobrepesca en todas sus formas. Desde entonces, a la vista del incremento de la contaminación de los mares, se han firmado distintos acuerdos internacionales, como el Acuerdo de París de 2015 que, aunque se centra en el cambio climático, busca mitigar los efectos de la contaminación en los océanos. O el Convenio sobre la Contaminación por Plásticos, lanzado por la ONU en 2022, el primer tratado internacional jurídicamente vinculante contra la contaminación que afecta especialmente a los océanos.

Políticas locales y nacionales

Muchos países han implementado políticas para reducir la contaminación marina. Estas incluyen la prohibición de plásticos de un solo uso, la mejora de las infraestructuras de gestión de residuos y la regulación de vertidos industriales. La colaboración entre gobiernos es esencial para abordar este problema global. Por ejemplo, más de 60 países se han unido a la campaña «Mares Limpios» del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, a través de la cual los gobiernos se comprometen a poner en marcha planes de acción nacionales para luchar contra la contaminación por plásticos en los mares.

Proyectos comunitarios y educativos

Las comunidades locales también juegan un papel crucial en la lucha contra la contaminación marina. Proyectos de limpieza de playas, programas de educación ambiental y campañas de concienciación son algunas de las iniciativas que pueden marcar la diferencia. La participación ciudadana es fundamental para lograr un cambio duradero, y entre los agentes transformadores se encuentran los niños y los jóvenes. Un gran ejemplo del poder de los más pequeños es el de Olivia Mandle, una activista medioambiental de 15 años cuyo ingenio le permitió fabricar la jelly cleaner, una herramienta que permite recoger microplásticos al arrastrarla por la superficie marina. Referentes como Mandle ponen de manifiesto la importancia de recibir una educación medioambiental desde una edad temprana.

En esto, los centros educativos juegan una gran labor y son varias las maneras en las que pueden trabajar esta problemática. La Fundación Reina Sofía lleva tiempo trabajando en el cuidado de la naturaleza con diferentes acciones de concienciación y elaboró el corto ‘Lemon’. Un recurso audiovisual que se puede reproducir en clase para abordar la presencia de basuraleza en los océanos.

No obstante, existen muchos otros materiales disponibles para profesores y alumnado. Reeducamar es una recopilación de herramientas educativas y de sensibilización para la realización de actividades de educación ambiental relacionadas con los mares. El proyecto El Cofre del Mar de la Asociación IDEMAR Belharra introduce conceptos como el cambio climático o la contaminación marina a través de experiencias didácticas. Además, también existen fundaciones que ponen su conocimiento al alcance de los niños. Es el caso de Ecomar, con iniciativas como Educación Ecomar o el programa ApS Ecomar. También centros como el Oceanográfico de Valencia suelen tener programas dirigidos al alumnado de infantil, primaria o secundaria con el objetivo de que conozcan de primera mano la importancia del medio marino.

Los océanos son fundamentales para la vida en la Tierra: regulan el clima, generan oxígeno y son el hogar de una gran diversidad de especies. Gracias a ellos se produce más del 50% del oxígeno que respiramos, y actúan como un enorme sumidero de carbono, absorbiendo alrededor del 25% del CO2 que generamos, lo que ayuda a mitigar el cambio climático.

Además, los océanos son una fuente crucial de alimento y recursos para millones de personas, al tiempo que sostienen complejas cadenas alimentarias que mantienen el equilibrio de los ecosistemas. Son, en definitiva, vitales para la salud de todo el planeta y para la supervivencia de todas las formas de vida. No esperemos a que sea demasiado tarde; hay que cuidarlos ahora.

 

Texto: Arantza García
Ilustración: Nicolás Aznárez