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Día Internacional contra el Cambio Climático

Desde las inundaciones y huracanes hasta los grandes incendios o la pérdida de biodiversidad, el cambio climático es una de las mayores amenazas del siglo. Pero, con motivo del Día internacional contra el Cambio Climático, recordamos que todavía podemos frenar su avance y construir un planeta en equilibrio.

Puede que un miércoles cualquiera, o incluso durante un par de semanas o meses, no vivamos nada que nos recuerde su existencia. Pero, aunque no se haga notar siempre con la misma intensidad en todas partes, el cambio climático sigue presente y continúa su avance. En ocasiones, las olas de calor, las inundaciones, los incendios o las sequías nos ponen frente al calentamiento global de forma inevitable. Sin embargo, cuando en esta parte del mundo sufrimos sus consecuencias directas –pues los efectos indirectos siempre están presentes–, puede que olvidemos lo necesario y urgente que resulta actuar para frenarlo.

Precisamente para recordar la importancia de la acción climática existe el Día Internacional contra el Cambio Climático, que se celebra el 24 de octubre. Esta fecha no es solo un recordatorio de los retos ambientales que enfrenta nuestro planeta, sino que es, también, una oportunidad para conocer qué acciones se están llevando a cabo para mitigar la injerencia humana en el planeta y qué podemos hacer desde el ámbito personal, colectivo y educativo para impulsar un cambio de rumbo.

¿Por qué se celebra el 24 de octubre el Día Internacional contra el Cambio Climático?

La fecha, que coincide con el Día de las Naciones Unidas, se creó con el objetivo de generar acciones que puedan contrarrestar el cambio climático y tiene su origen en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). El Día internacional contra el cambio climático se celebra para crear conciencia sobre la urgente necesidad de enfrentar de forma coordinada y global un problema que afecta a todas las naciones del mundo.

Historia del Día Internacional contra el Cambio Climático

Aunque la acción y el trabajo internacional se remonta a 1979, con la identificación del cambio climático como un problema global urgente en la primera Conferencia Mundial sobre el Clima, la celebración de un día internacional es relativamente nueva. Su creación se inspiró en otros días internacionales establecidos por la ONU, como el Día de la Tierra o el Día Mundial del Medio Ambiente.

Este día surge como propuesta de diversas organizaciones ambientales y gobiernos preocupados por el cambio climático. Y, si bien la ONU no designó oficialmente esta fecha, el 24 de octubre fue propuesto para recordar la urgencia de la crisis climática. Asociaciones, movimientos medioambientales y gobiernos a nivel internacional lo adoptaron rápidamente para visibilizar los efectos adversos del cambio climático y generar un llamado a la acción urgente.

Principales causas del cambio climático

Naciones Unidas define el cambio climático como un proceso de «cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos causados por actividades humanas», principalmente debido a la quema de combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas. Esto produce emisiones de gases como el CO2 o el metano que se quedan en la atmósfera e intensifican el efecto invernadero. La liberación de gases como el dióxido de carbono (CO2) al medio ambiente ha superado los niveles de los últimos tres millones de años, un dato que exige poner el foco en las principales causas del problema.

Actividades humanas

Si bien son las grandes industrias las que producen la mayoría de los gases de efecto invernadero, también existen algunas actividades individuales que contribuyen al cambio climático. Por ejemplo, el uso excesivo de vehículos contaminantes, sistemas de climatización o incluso el consumo excesivo de productos y bienes con una importante huella ambiental. En este sentido, el uso del transporte público o de opciones de movilidad sostenible –como la bicicleta o el desplazamiento a pie–, un uso eficiente de los electrodomésticos y sistemas de climatización o un consumo local y consciente, pueden ayudar a reducir en gran medida la huella individual.

Deforestación

Según la FAO, la pérdida forestal mundial se calcula desde 1990 en millones de hectáreas, con su consecuente pérdida de biodiversidad y de calidad del suelo y del aire. El World Resources Institute señala que cada minuto se pierde una superficie forestal de 10 campos de fútbol en todo el mundo. La razón detrás de ello se encuentra en el crecimiento de la población, la mala distribución de los alimentos en el mundo y la expansión de las tierras de cultivo, que son las causas principales de la deforestación y la degradación forestal a nivel global.

Emisiones de gases de efecto invernadero

Las emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente de dióxido de carbono, metano, vapor de agua, óxido nitroso y gases fluorados, retienen el calor del sol. Es decir, recogen parte de la radiación que emite la Tierra tras ser calentada por el sol y la mantienen en la atmósfera. Estos gases, generados por la quema de combustibles para generar energía, en la industria, movilidad o incluso por procesos agrícolas, retienen la energía caliente alrededor de nuestro planeta provocando lluvias ácidas y también el aumento de la temperatura. Estos gases, que existen de manera natural en la atmósfera y provocan el efecto invernadero natural necesario para mantener la temperatura adecuada en el planeta, no son el problema en sí. Es la actividad humana de los últimos dos siglos la responsable de que se concentren de manera excesiva, produciendo un aumento de 1,19 °C por encima de los niveles preindustriales, según Global Climate Change.

El Día Internacional contra el Cambio Climático es una oportunidad para conocer las acciones internacionales, colectivas e individuales que se están realizando para enfrentar los retos ambientales globales.

Impactos del cambio climático en el planeta

La alteración de las estaciones y el aumento de las temperaturas, ocasionados por el cambio climático, han afectado al ciclo vital y comportamiento de animales y plantas. Ejemplo de ello son las aves que han modificado su fecha de migración, al igual que algunos insectos o peces, como el salmón, que están ampliando su hábitat debido al calor.

Otros fenómenos como sequías, incendios forestales y lluvias extremas están ocurriendo de una forma tan veloz que, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), los seres humanos nunca antes habían experimentado un momento igual. Y algunas de estas consecuencias no podrán revertirse hasta cientos o miles de años.

Aumento de la temperatura global

La ciencia es clara: las temperaturas globales son las más altas de los últimos tiempos y la tasa de calentamiento no tiene precedentes en los últimos 24.000 años. Se han registrado, por ejemplo, los últimos ocho años más calurosos en el mundo y la temperatura promedio mundial de enero a septiembre de 2024 fue la más alta registrada: 0,19 grados superior a la del mismo período del año pasado. Lo que sugiere que 2024 se convertirá en el año más cálido de la historia.

Si los seres humanos no conseguimos un consenso para la disminución de los gases de efecto invernadero tendrán lugar, por ejemplo, eventos de calor extremo todos los años, algo que solía ocurrir solo una vez cada 20 años.

Desglaciación y aumento del nivel del mar

A causa de las altas temperaturas, la cantidad de hielo que se derrite en verano por desglaciación ha aumentado mientras las nevadas han disminuido. Además, se calcula que los océanos han absorbido alrededor de un 80% de la temperatura de la superficie de la Tierra. Asimismo, el aumento del calor está provocando que las enormes placas de hielo que recubren Groenlandia y la Antártida se derritan a un ritmo acelerado, lo que a su vez acelera el proceso, ya que el tono blanco de su superficie lograba devolver al espacio más rayos de los que devuelve ahora.

Cambios en patrones climáticos

Por otro lado, el calentamiento global ha producido un aumento de la frecuencia e intensidad de olas de calor extremo y el incremento en la cantidad y la fuerza de fenómenos como huracanes y tifones. Además, los patrones de precipitaciones se han alterado considerablemente, seguidos de periodos de sequías prolongadas en algunas regiones e inundaciones en otras. Entre los cambios más importantes en patrones climáticos están las variaciones en las corrientes oceánicas y atmosféricas o la alteración de fenómenos como El Niño, que afectan tanto a ecosistemas como a patrones del tiempo.

Instrumentos jurídicos y acuerdos internacionales sobre el cambio climático

Los esfuerzos por coordinar los intereses de países con diferente desarrollo económico y tecnológico en busca de una mejora del clima a nivel global es una tarea titánica. A lo largo de las últimas décadas, los hitos internacionales han demostrado un avance gradual en la concienciación y la acción climática. Así, desde 1979, cuando tuvo lugar la Primera Conferencia Mundial sobre el Clima en la que «se identificó al cambio climático como un problema global urgente», se han sucedido distintos acuerdos y se han creado diferentes instrumentos jurídicos contra el cambio climático como el Fondo Verde para el Clima, el Marco de Varsovia o la REDD+. En este sentido, destaca la celebración anual de las Conferencias de las Partes (COP) en las que representantes gubernamentales, empresariales y de la sociedad civil de todo el mundo se esfuerzan por alcanzar nuevos acuerdos que ayuden a preservar la salud climática –la siguiente, la COP29, se celebrará este mes de noviembre en Azerbaiyán–.

Protocolo de Kioto

El Protocolo de Kioto (1997) es el acuerdo internacional que compromete a los países industrializados a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero a través de objetivos vinculantes. Aunque fue un avance significativo, países como China y Estados Unidos no lo ratificaron (pese a haberlo firmado en 1998), lo que limitó su efectividad.

Acuerdo de París

El Acuerdo de París (2015) es uno de los más importantes en la lucha contra el cambio climático. Su objetivo era limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2°C, con un esfuerzo por mantenerlo por debajo de 1.5°C. El acuerdo compromete a casi todos los países a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero mediante contribuciones nacionalmente determinadas (NDCs).

El Acuerdo de París dio un paso adelante en términos de compromiso con las energías renovables, aunque dejó claro que los países aún deben intensificar su acción climática para limitar el calentamiento global de manera efectiva. Los resultados de estos esfuerzos internacionales resultan ambiguos: por un lado, existe un consenso global sobre la necesidad de actuar, pero por otro, los esfuerzos de cada país parecen insuficientes para evitar el cambio climático.

Objetivos de Desarrollo Sostenible

En 2015 los países líderes del mundo adoptaron 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para proteger el planeta. Entre ellos, y junto a objetivos como erradicar la pobreza o acabar con el hambre, están la acción por el clima, la protección de la vida submarina, de la vida de ecosistemas terrestres o el impulso de energía asequible y no contaminante. Estos objetivos se fijaron dentro de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Uno de los hitos más importantes para avanzar en la lucha contra el cambio climático fue el protocolo de Kioto, que hizo realidad la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

¿Qué se puede hacer para mitigar el cambio climático?

Según conviene el consenso científico internacional, el camino está claro: urge reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta alcanzar los niveles preindustriales. Para ello, será clave abandonar los combustibles fósiles y transitar hacia fuentes de energía renovables, implantar fórmulas de uso eficiente de la energía o avanzar hacia la consolidación de modelos económicos construidos sobre las bases de la economía circular. Con esto, preservar la biodiversidad y cuidarla también resulta clave para mitigar el cambio climático. Conservar los bosques y las zonas salvajes de nuestro planeta ha de ser tarea de todos. Incluso de aquellas ciudades a las que los bosques quedan lejanos, ya que las arboledas de Brasil, Argentina o Guatemala, entre otras, están sosteniendo el sistema de lluvias y aire que viaja por todo el planeta. Los individuales también serán clave en el establecimiento de nuevos hábitos y conciencia global para el cuidado del planeta.

Acciones individuales

Pese a que para combatir el cambio climático son necesarios movimientos estructurales y acción colectiva, a nivel individual también podemos aportar nuestro granito de arena. Una de las claves consiste en la reducción de nuestro consumo de energía en el hogar. Apagar los aparatos electrodomésticos y las luces cuando no las utilizamos, usar bombillas de bajo consumo energético y elegir electrodomésticos eficientes puede marcar la diferencia. Si a ello le sumamos el consumo de electricidad renovable y el control de la temperatura de la calefacción o del aire acondicionado, podemos limitar todavía más las emisiones.

Por otro lado, fomentar la movilidad sostenible también resulta clave, ya que el sector transporte representa el 25% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en España. Optar por el transporte público, compartir vehículos, utilizar la bicicleta o caminar cuando sea posible puede tener un impacto significativo en la reducción de las emisiones de carbono. Por último, también es aconsejable reducir el desperdicio de alimentos, ya que a nivel global representa el 26% de las emisiones antropogénicas.

Iniciativas comunitarias

Las iniciativas ciudadanas que buscan mitigar la acción del cambio climático se cuentan a cientos por todo el planeta y abarcan desde asociaciones hasta empresas. Algunas de ellas son:

  • La Office for Climate Education (OCE), creada en 2018 por iniciativa de la Fundación La main à la pâte y la comunidad científica. Pretende organizar la cooperación internacional entre organismos científicos, ONG e instituciones educativas para educar a las nuevas generaciones en materia de cambio climático, además de brindarles herramientas contra los bulos.
  • Comunidades por el Clima. La Comisión Europea ha lanzado esta iniciativa con la que buscan motivar a la ciudadanía a participar en acciones climáticas: persiguen el desarrollo e implementación de ideas innovadoras para vecindarios más sostenibles y resilientes.
  • Teachers for Future Spain. Es la asociación de docentes que, preocupados por el medio ambiente y las consecuencias del cambio climático, han creado un movimiento en favor del cuidado del planeta. Llevan a cabo acciones para influir en la gestión ambiental de los centros escolares, así como también para impulsar la Educación Climática.
  • Destacan también diversas iniciativas de jóvenes, como Juventud por el Clima, en las que estudiantes de todas las edades se organizan para impulsar el avance de la acción climática y con las que buscan recuperar la esperanza en un futuro verdaderamente sostenible.
  • Herramientas de monitoreo de emisiones, como la creada por el Ministerio para la Transición Ecológica (para emisiones de alcance 1 y 2) o la de Naciones Unidas a través de su UN Greenhouse Gas Emissions Calculator, que incluye factores de emisión para el alcance 3.

Políticas gubernamentales

A lo largo y ancho del planeta, los gobiernos (de todos los niveles administrativos) más concienciados y con recursos han creado e impulsado políticas para paliar el cambio climático. Algunas de las políticas más destacadas son:

  • Regular las emisiones de carbono.
  • Invertir en energía renovable.
  • Cambiar la normativa de eficiencia energética, con mejoras en el uso de energía en industrias y hogares.
    En el ámbito internacional, acuerdos como el Acuerdo de París esperan crear:
  • Compromiso a nivel nacional en diferentes países con metas de reducción de emisiones acordes a su crecimiento.
  • Financiación climática con apoyo económico a países en vías de desarrollo.
  • Evaluación de avances y cumplimiento de los objetivos pautados hasta el momento en las diferentes cumbres internacionales.

Cómo podemos celebrar el Día Internacional contra el Cambio Climático

La observación de nuestro propio entorno ya es una gran oportunidad para reflexionar sobre el cambio climático: calles sin árboles, exceso de cemento y la diferencia de temperatura entre un barrio urbano repleto de coches y un parque.

En las escuelas también podemos celebrar el Día Internacional contra el Cambio Climático a través de la lectura o realizando sencillos experimentos científicos para entender, por ejemplo, cómo el aumento de dióxido de carbono afecta a la temperatura global o cómo la acidificación de los océanos impacta en la vida marina. Son actividades que permiten entender la relación entre el comportamiento humano y las causas y efectos del cambio climático. Los docentes que forman parte de Naturaliza también tienen a su disposición multitud de recursos y materiales con los que abordar el tema en cuestión en el aula.

Proyectos y campañas destacadas en el Día Internacional contra el Cambio Climático

Las acciones tanto de la sociedad civil como de las instituciones se suceden para actuar en el Día internacional contra el Cambio Climático. Por ejemplo con la Campaña Cambia por el Planeta de CIDSE, nacida con el objetivo de promover formas de vida sostenibles.

Otra campaña que consiguió mucho impacto para pronunciarse en el Día Internacional contra el cambio Climático fue Bihar: elegir el mañana, que centró la atención de la ciudadanía en la instalación de una cabeza humana gigante creada por el artista mexicano Rubén Orozco en la ría de Bilbao y que mostraba a una niña tapada por la crecida del agua. El proyecto, apoyado por BBK, buscaba concienciar sobre las inundaciones provocadas por el cambio climático.

La campaña se hizo con diferentes premios y tiene su continuación en otra serie llamada Kolapso: cambiar el mañana. La nueva campaña de BBK y LLYC, que consistió en una estructura artística que explotó horas después de su instalación, buscaba demostrar el impacto de las decisiones individuales en el planeta.

Otro proyecto destacado y protagonizado por jóvenes estudiantes es el documental Jóvenes frente al cambio climático una iniciativa impulsada por centros especializados en Comunicación, Imagen y Sonido de A Coruña, Sevilla, Tarragona y Madrid que muestra el impacto del calentamiento global en diferentes regiones climáticas de la geografía española.

También cabe resaltar la iniciativa Grandes Superhéroes, una campaña escolar contra el cambio climático que tiene como protagonistas a dos superhéroes. Ambos tratarán de concienciar a niños y jóvenes sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y combatir el cambio climático. A través de actividades educativas, juegos y materiales interactivos, quieren empoderar a los jóvenes para que actúen como agentes de cambio en sus respectivas comunidades.

Por último, la acción de LIFE SHARA «Sensibilización y conocimiento para la adaptación al cambio climático», que tiene como meta construir una sociedad mejor adaptada al cambio climático. Para ello, persigue objetivos concretos: generar y divulgar conocimiento en materia de adaptación a través de AdapteCCa, realizar acciones formativas, informativas y campañas de sensibilización, y fomentar y reforzar la coordinación y cooperación entre los agentes clave del sector público-privado.

 

Texto: Mariela Ruth Gómez Ponce
Ilustración: Nicolás Aznárez