Los minutos del recreo son el ansiado descanso en la jornada escolar para salir al patio, respirar y divertirse. Un momento en el que el alumnado puede relajarse, ponerse al día con sus compañeros y jugar. Algunos correrán con un balón, otros quizás intercambiarán cromos de una serie de dibujos animados que esté de moda, y puede que muchos inventen sus propios juegos. Y aunque pasen los años, las tendencias cambien y la tecnología evolucione, lo que hacen hoy los niños y niñas en el patio probablemente no diste mucho de lo que hacían sus profesores y padres de pequeños.
Juegos para niños al aire libre tradicionales
Puede que algunos alumnos y alumnas hablen de personajes completamente desconocidos para el profesorado o de videojuegos con posibilidades inimaginables hace años. Pero casi seguro que, si preguntas a los estudiantes, no solo conocerán juegos con los que pasaban el rato sus abuelos, sino que seguro formarán parte de su rutina en el patio, en el parque o en cualquier otro espacio al aire libre
1. La rayuela
Una tiza y una piedra pequeña es todo lo que se necesita para participar en este juego, que se puede hacer solo o con amigos. El primer paso es diseñar el tablero, que consta normalmente de 10 casillas distribuidas linealmente de manera individual y en grupos de dos. Ya con el tablero dibujado es el turno del primer jugador, que debe lanzar la piedra al cuadro 1 sin que toque las líneas. Si lo logra, comienza a saltar, aunque hay una serie de reglas: lo debe hacer sobre un pie (salvo en las casillas dobles, que se apoyan los dos) y sin pisar las líneas o perder el equilibrio. El objetivo es recorrer todas las casillas sin pisar en la que cayó la piedra. Si el jugador incumple alguna de las reglas pasa a ser el turno del siguiente. Cuando vuelva a tocarle a él, debe lanzar la piedra al cuadro 2, y así sucesivamente hasta que recorra todo el tablero.
2. Saltar a la comba
En la versión tradicional de este juego, dos personas sostienen la cuerda por los extremos y la hacen girar mientras que uno o varios jugadores saltan en medio. La comba debe pasar por encima de la cabeza y debajo de los pies de los saltadores. En el caso de que la cuerda te golpee o se enrede en los pies, se pierde el turno y le tocaría al siguiente jugador.
3. El escondite
En el caso del escondite, cuantos más jueguen, mejor. Se comienza seleccionando un jugador que se encargará de buscar a los demás. El buscador deberá establecerse en un lugar, conocido como «la base», cerrar los ojos y contar en voz alta hasta el número que se haya determinado. Mientras, el resto de jugadores se esconden. Una vez que el buscador termina de contar, grita una premisa como «¡Listos o no, allá voy!» y comienza a buscar a los jugadores que se han escondido. Si encuentra a alguien, debe correr hacia la base y tocarla antes que el jugador descubierto. Si el escondido llega primero a la base, se salvará.
Una conocida variante es el escondite inglés. En este caso, el buscador no se mueve. Los jugadores deben acercarse a la base mientras él está contando, pero solo pueden moverse cuando el buscador no los ve. Si el buscador los ve moverse, gritará sus nombres y quedarán fuera del juego.
4. Pilla-pilla
Al igual que en el escondite, se elige a un jugador encargado de pillar al resto. Su misión será correr y tocar a otro jugador con la mano. El resto de jugadores deben evitar ser pillados corriendo y esquivando al «pillador». En el caso de que este consiga tocar a otro jugador, este se convierte automáticamente en «el pillador».