Una de las razones por las cuales los Fake news ambientales y bulos en general son a veces difíciles de combatir, es su capacidad para apelar a las emociones y prejuicios. Muchas veces, son historias diseñadas para provocar miedo, indignación o confirmar creencias preexistentes, lo que las hace más susceptibles de ser compartidas y aceptadas. Las vemos a menudo en algunos medios poco fiables o, especialmente, en las redes sociales. Algunas, incluso, impulsan ideas tan disparatadas como que la Tierra es plana o que el cambio climático no existe.
Las fake news ambientales se desvanecen ante el rigor científico
Para combatir este fenómeno, afortunadamente contamos con organismos científicos que estudian el cambio climático y sus consecuencias. En España, por ejemplo, podemos encontrar la Comisión de Coordinación de Políticas de Cambio Climático (CCPCC), y a nivel de Naciones Unidas, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), creado en 1988 para facilitar evaluaciones del conocimiento científico, técnico y socioeconómico sobre el cambio climático. Es decir, instituciones esenciales para conocer ese fenómeno global pero, también, para la difusión científica de datos fiables.
En este artículo se exploran algunos bulos que han ido ganando terreno poniendo el foco en la importancia de discernir entre la información verídica y la falsa. Un punto donde los docentes juegan un papel fundamental: pueden brindar al alumnado pautas y herramientas para diferenciar la información de calidad de las medias verdades que, en muchas ocasiones, se hacen más virales que las noticias reales. Aquí se presentan algunas de las fake news ambientales, pero existen muchos más:
Fakw medioambiental 1.«Reciclar no sirve de nada»
Ya no solo los plásticos, sino todo tipo de desechos como ropa usada (o sin usar) que, incluso, se piensa que no tienen tanto impacto ecológico acabarán siendo desechos que tardarán miles de años en desaparecer. Los bulos también acosan al reciclaje.
Las frases falsas sobre el reciclaje mas escuchadas son:
- «No reciclo porque todo se mezcla en el camión»
- «mejor no reciclar porque quita puestos de trabajo»
la desinformación campa a sus anchas. Lo que es cierto es que, en ciertas áreas, los camiones de recogida están equipados con dos compartimentos internos, permitiendo que los residuos depositados en los contenedores sean separados en dos zonas distintas en lugar de mezclarse. Además, en otros sitios, las rutas de recogida de contenedores se organizan por días específicos; esto implica que un mismo camión recolecta los envases del contenedor amarillo en un día y, en otro día distinto, recoge los del contenedor azul. También, y atendiendo a otra de las mayores ideas equivocadas, los puestos de trabajo no se ven comprometidos por que reciclemos en nuestros hogares. Aunque es verdad que las plantas de reciclaje están cada vez más automatizadas, aún existen numerosos empleos verdes a lo largo de toda la cadena de reciclaje. Además, la transición verde se posiciona, precisamente, como una oportunidad con un potencial muy grande para construir empleo.
Fake medioambiental 2. «El cambio climático es natural y ya ha ocurrido otras veces, no es causado por los humanos»
Es cierto que en los millones de años de historia del planeta, el clima ha cambiado de forma brusca en distintas ocasiones, con épocas cálidas e incluso glaciares. Sin embargo, estos procesos naturales tardaron cientos o miles de años en producirse, y el cambio actual está ocurriendo en tan solo algunas décadas. Además, la coincidencia entre el inicio del cambio climático y el comienzo de la emisión masiva de CO2 con la llegada de la revolución industrial es más que evidente. Algo que confirman desde el IPCC. Para el grupo, compuesto por cientos de científicos de todo el mundo, el consenso es claro: es «inequívoco que el ser humano y sus actividades han «calentado la atmósfera, el océano y la tierra».
Fake medioambiental 3. «El nivel del mar no va a subir»
Los océanos son la base de un delicado equilibrio medioambiental en el planeta. Su contaminación, los cambios en la temperatura del agua y en el caudal, influyen directamente sobre las lluvias e incluso sobre algunos temporales y vientos. Los desechos plásticos, los vertidos de petróleo, la basuraleza en el mar y los productos químicos están afectando la salud de los ecosistemas marinos y la vida marina en todo el mundo. Pero quizás uno de los problemas más conocidos en lo que respecta a los océanos es la subida del nivel del mar por el derretimiento de los polos y los glaciares.