Reconocida como ‘mini-heroína’ por el Instituto Jane Goodall y su programa educativo ‘Raíces y Brotes’, Olivia Mandle forma parte del Grupo de Embajadores del Pacto Europeo por el Clima de la Comisión Europea y de la España azul, junto al explorador Nacho Dean. Todo porque un día decidió luchar y la liberación de los delfines en cautividad y por la limpieza de los océanos. ¿Cómo lo hizo?
Con la jelly cleaner, un sencillo instrumento fabricado con un par de medias viejas y unas botellas de plástico. No obstante, este pequeño utensilio responde a uno de los mayores desafíos en la actualidad: la limpieza de los océanos. Basta con arrastrarla por la superficie de los mares para recoger algunos microplásticos.
Olivia Mandle ha recorrido las costas españolas con su invento. «No es una obra de ingeniería, pero funciona y deja en evidencia que el mar se está llenando de plástico. Cuando la gente me ve con él y me pregunta qué es, puedo explicarle lo que está ocurriendo en el mar y así darnos cuenta de que hay algo que estamos haciendo mal», explicaba recientemente en una entrevista.
Esta curiosa herramienta es solo una parte –la más pequeña– de todo lo que la joven barcelonesa está haciendo por el cuidado de los océanos. Algunos han decidido rebautizarla como la Greta Thunberg española y, aunque las comparaciones no tienen sentido en una lucha colectiva como lo es la medioambiental, el apodo guarda cierta semejanza con la activista sueca: actitud y determinación, un discurso atrevido y un mensaje ampliado que alcanza las mesas de discusión de organismos internacionales.