Desde enormes puentes de plástico y cientos de vídeos virales sobre el calentamiento global, hasta telas que ahorran agua y granjas armoniosas con su entorno: estos son solo algunos ejemplos de lo que las profesiones vinculadas al medioambiente pueden crear. ¿Por qué no contar a nuestro alumnado cómo estos profesionales luchan por la protección del medio ambiente? Descubre las actividades humanas que colaboran en reducir el impacto ambiental.
Divulgadores digitales
Las formidables herramientas de comunicación que son las redes sociales pueden llegar a millones de individuos (y, por tanto, a millones de potenciales protectores medioambientales). Lo sabe bien Alejandra Ramos, economista y autodenominada «ambientalista escéptica». Ramos lleva años haciendo «turismo basura»; es decir, documentando inmensos vertederos a cielo abierto a través de los cuales poder relatar después cómo ingentes toneladas de residuos –sin haber sido separados ni tratados– devoran lo que alguna vez fue un lago o un prado. Su labor, como ella misma la describe, es «divulgar información científica seria entre la población mundial para formular las preguntas correctas».
Por otra parte, si alguien ha sentado un precedente sobre cómo los medios de comunicación son una inmejorable herramienta para la divulgación científica, ese es Javier Peña: gracias a las decenas de vídeos que explican las graves consecuencias del calentamiento global –y de la mano de su proyecto HOPE!– ha logrado acumular casi dos millones de seguidores en las redes sociales.