Asimilar aprendizajes por vías lúdicas es tan antiguo como el propio concepto de educación. Si la revolución digital ha puesto de moda el término gamificación y ha disparado el potencial de la simbiosis entre juego y formación, ¿por qué no aprovecharla en clase? Aprender jugando es una estrategia que consiste en convertir la enseñanza en algo divertido, especialmente para los más pequeños. Además, gamificación puede ayudarnos incluso a enganchar a aquellos que, por alguna razón, están menos motivados por una asignatura, fomentando algo tan importante en el proceso de enseñanza – aprendizaje: la motivación. A continuación, te ofrecemos diferentes recursos para que tus alumnos jueguen mientras adquieren conciencia medioambiental.
Videojuegos en clave verde
Son el modo de entretenimiento favorito entre los nativos digitales. Las nuevas generaciones pasan horas y horas superando fases, desentrañando acertijos estratégicos y enfrentando desafíos virtuales de toda índole. Y miles de escuelas en todo el mundo ya aprovechan el abanico didáctico que despliega la inmensa oferta disponible. Algunos de los principales fabricantes han unido esfuerzos en la iniciativa Playing for the Planet, que nació el pasado 2020 amparada por el Programa Ambiental de la Naciones Unidas. El objetivo: conectar cultura gamer y una mayor conciencia sobre la necesidad de cuidar la Tierra.