«Debido a los efectos mundiales provocados por el coronavirus no es posible celebrar una COP26 ambiciosa e inclusiva en noviembre de 2020». La secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, Patricia Espinosa, fue la encargada de anunciar vía Twitter que la COP26 no tendría lugar en 2020 y, por tanto, que haría historia mucho antes: es la primera cumbre del clima de la historia aplazada.
Pero esta decisión no acababa de convencer a una gran parte de los jóvenes activistas que han hecho de la lucha contra el cambio climático su prioridad. Lejos de dejar que el descontento y la indignación cayeran en saco roto, más de 200 activistas de entre 11 y 30 años organizaron la Mock COP (algo así como «simulacro de COP26» en español) para suplir a la que la ONU debería haber celebrado.
«Sabemos que hay una pandemia, pero si nosotros, un grupo de personas menores de 30 años, nos damos cuenta de que podemos hacerlo perfectamente online sin ningún problema, ellos [refiriéndose a los líderes mundiales] también pueden. Si quisieran, habrían organizado algo» explica a The Guardian Lavinia Iovino, activista climática de 14 años y parte de la organización de la Mock COP. Las palabras de Iovino resumen el espíritu de esta conferencia 100% digital celebrada durante las dos últimas semanas de noviembre con el objetivo de «enseñarle al mundo lo que pasaría si los jóvenes fueran los que tomaran las decisiones».