Poco a poco los niños van regresando a las aulas después de más de 6 meses en casa. Una vuelta al cole marcada por la distancia social, las mascarillas dentro y fuera de clase y el lavado de manos casi constante por el coronavirus. En las próximas semanas, todos los alumnos de primaria y secundaria recuperando ese hábito tan conocido por todos: coger la mochila y salir, a diario, camino de la escuela. Pero este reencuentro con los estudios va más allá de las nuevas medidas sanitarias. «No se trata de ponerse a hacer exámenes para ver qué nivel traen los alumnos o qué cosas no aprendieron por culpa del confinamiento, lo que necesitan ahora tanto los profes como los estudiantes es reencontrarse otra vez con la sensación de estar juntos, de colaborar, de tener un espacio común, de conocerse, de saber qué inquietudes tienen y cuáles son sus miedos y frustraciones de cara al nuevo curso», explica David Calle, profesor y fundador de Unicoos. Este docente nominado al Global Teacher Prize en 2017 recuerda que la vuelta al cole este año tiene mucho más que ver con lo sentimental y emocional que con lo puramente educativo, tanto para docentes como alumnos.
¿Qué opinan los profes de la vuelta al cole? Hablamos con dos referentes del mundo educativo
Mascarillas, gel hidroalcohólico y distancia de seguridad son parte ya de nuestra normalidad, pero la vuelta al cole puede suponer un antes y un después en los hábitos de la población. Según los expertos Chema Lázaro y David Calle, ¿cómo debería ser el regreso a las aulas?
David Calle: «La vuelta al cole este año tiene más que ver con lo sentimental y emocional que con lo puramente educativo»
La incertidumbre es ya parte de nuestro día a día y, por ello, para Chema Lázaro, maestro y CEO de Niuco, «más allá del aspecto sanitario (y vital) de la pandemia, es importante que se genere un espacio de reflexión pedagógica: no podemos olvidar que la finalidad de la escuela es que el alumnado aprenda, y la nueva situación no puede dejar a nadie atrás». Esta vuelta al cole atípica, en la que habrá clases y colegios que se vean forzados a un nuevo confinamiento, es preocupante para los expertos, que temen que las desigualdades que ya existen aumenten todavía más. Para evitarlo, Lázaro insiste en que la vuelta debería ser muy paulatina, centrada en escuchar a los más pequeños. Porque en esta nueva normalidad escolar, los docentes tendrán que representar roles a los que no necesariamente están acostumbrados: «Les va a tocar ser psicólogos, asistentes sanitarios, tendrán que dictar normas relativas a la seguridad y a la higiene y van a tener que ser un poco polis, enfermeros y un montón de cosas que no les toca para ayudar a sus alumnos», admite Calle. Porque, coinciden los dos expertos, una parte fundamental del trabajo del docente en las próximas semanas y meses será la de normalizar una situación anómala con la que hay que aprender a convivir. «Parte de esa convivencia conlleva entender qué es lo que hay que hacer, cómo hay que hacerlo, cómo hay que trabajarlo y qué protocolos seguir, y eso habrá que repetirlo con los alumnos de todas las edades», recuerda Lázaro.
Chema Lázaro: «Es importante que se genere un espacio de reflexión pedagógica: la nueva situación no puede dejar a nadie atrás»
El ¿nuevo? rumbo de la educación ambiental
Este inusual primer trimestre puede servir como excusa para repensar el planteamiento de las clases tal y como las conocemos. «Podemos darle una vuelta a la idea de la sincronicidad de los propios espacios físicos del colegio, es decir, aprovechar las zonas exteriores para desdoblar clases con profesores auxiliares, por ejemplo», reclama Lázaro. Así, podríamos darle un impulso a una enseñanza al aire libre que, aunque no fuese estrictamente lo que se propone desde la Asociación Nacional de Educación en la Naturaleza, podría sembrar la semilla de un cambio en esa dirección. «Los parques seguirán ahí, así que ¿cuál es el problema? Los chavales van en metro y bus con mascarilla, así que también podemos seguir la misma lógica para hacer excursiones, porque no hay herramienta digital que sea capaz de sustituir la sensación de estar rodeado de naturaleza», propone Lázaro.
Chema Lázaro: «No hay herramienta digital que sea capaz de sustituir la sensación de estar rodeado de naturaleza»
La educación sigue siendo una pieza clave a la hora de sensibilizar y concienciar frente a los desafíos del siglo XXI. Científicos y expertos llevan meses alertando de que protegiendo la biodiversidad de nuestro planeta, cuidamos nuestra salud y evitamos futuras pandemias. «El coronavirus ha quitado el foco a uno de los mayores problemas que tenemos: la emergencia climática, y este curso es más importante que nunca volver a poner este tema sobre la mesa», recuerda Calle. Y cuando la posibilidad –ya sea por logística o recursos– de salir a reconectar con la naturaleza no es viable, la educación ambiental ha de estar aún más presente, siempre de manera transversal, en todas las asignaturas. «El medioambiente debería tocarlo todo: que en matemáticas se expliquen ejercicios contextualizados que tengan que ver con emisiones de CO2, por ejemplo, que te cuenten las innovaciones que hace la química para ayudar a los ODS… es importante relacionar todo lo que damos, en cualquier asignatura, con el mundo en que vivimos, cuyo mayor problema es el cambio climático y no el confinamiento», reclama Calle.
David Calle: «El coronavirus ha quitado el foco a uno de los mayores problemas que tenemos: la emergencia climática»
La transversalidad de la educación ambiental es algo en lo que todos los expertos coinciden y, además, muchos reivindican que va más allá del currículo académico. Fomentar que los alumnos vayan al colegio a pie e incluirlo en los objetivos de Educación Física, potenciar el reciclaje de envases dentro y fuera del aula, reducir el uso de los plásticos de un solo uso, apostar por materiales biodegradables… todas ellas son formas de conseguir una verdadera transversalidad de la educación ambiental porque, como recuerda Lázaro, «esta debe radicar en formar al alumnado como un consumidor activo y generador del cambio que necesita la sociedad y nuestro planeta».
Texto: Raquel Nogueira