Hoy, 27 de septiembre, las calles serán de nuevo el escenario de unas movilizaciones multitudinarias en todo el mundo. Millones de jóvenes lideran la convocatoria de la Huelga Mundial por el Clima, reclamando la declaración de manera inmediata el estado de emergencia climática y que se reduzcan a cero las emisiones de gases de efecto invernadero para luchar contra el cambio climático.
Las protestas previstas hoy se suman a las acciones que desde hace varios meses han ido creciendo al nivel global y que hace solo una semana movilizaron a millones de estudiantes en todo el mundo en una huelga contra la inacción ante la crisis climática. Concentraciones pacíficas donde piden que se implementen medidas contra el cambio climático. Concentraciones que reclaman lo que es suyo, el futuro de nuestro planeta.
La movilización del pasado 20 de septiembre tenía como objetivo presionar a los líderes mundiales que el pasado lunes se reunían en Nueva York en una cumbre para el clima en la que, de nuevo, los protagonistas fueron los más jóvenes. Y es que, como recuerdan en su manifiesto los propulsores de esta huelga global, como «Juventud por el clima – Fridays For Future (FFF)», “cerca de un millón de especies entre animales y plantas se encuentran al borde de la extinción como consecuencia de las actividades humanas”.
Cerca de un millón de especies entre animales y plantas se encuentran al borde de la extinción como consecuencia de las actividades humanas.
Fridays For Future
Así, seguramente lo más destacable y recordado de esta semana de movilizaciones y de los actos celebrados en la sede de las Naciones Unidas sea la intervención de Greta Thunberg y el hecho de que la activista sueca, junto con otros 15 jóvenes, presentaron una queja oficial sobre el impacto de la crisis climática ante el Comité de los Derechos del Niño de la ONU.
Y es que, como en muchas otras ocasiones en la historia, la revolución a favor de la naturaleza empieza en las aulas. Ocasión de recordar la importantísima labor de los docentes para construir una conciencia ambiental en los niños y niñas, quienes, además de cuidar del planeta serán los que deban hacer frente a los retos de la emergencia climática, retos que aunque algunos se puedan predecir, aún desconocemos.
El cambio hacia la educación en valores ambientales ha llegado, da respuesta a una demanda que viene por parte de la sociedad y las aulas se convierten en un espacio donde se está generando ese cambio que todos necesitamos. Debemos transformar la forma de educar para enseñar a los más pequeños a amar el planeta en el que viven apostando por una escuela que actúa, una escuela donde la educación ambiental forme parte del día a día de los alumnos, porque el verdadero valor de la educación reside en su capacidad para construir comportamientos y generar actitudes que ayuden a crear una sociedad más responsable y más justa.
Puedes consultar las movilizaciones convocadas en España con motivo de la huelga por el cambio climático.